Sin embargo, el actor transmitió ánimo a través de sus palabras. “Ya les contaré detalles de la odisea que me trajo hasta acá. ¡Realmente lo fue! Mientras tanto, el ascenso, por recomendación de los médicos, se terminó para mí. Y, después de dos intentos, y de saber lo que les pasa a los escépticos, sé que es momento de parar la pelota. Aquello de que Everest es mucho más que una montaña muy alta, va tomando una forma que era desconocida para todos. A partir de acá el relato, lejos de terminar, se transforma en varios. En principio, el camino de la bandera (por la donación de sangre), que seguirá su ascenso con los chicos. Pablo (Betancourt, de Mendoza), que merece mención especial de compañerismo y amistad, subirá pasado mañana. Y yo, tengo tantas fotos que cuentan tantas cosas de este lugar, que me dedicaré a ordenarlas. Un abrazo grande a todos! Estoy muy bien. Soy el tipo más afortunado del mundo”.
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Fernando Grajales, Facundo Arana y Pablo Betancourt.