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Luciano Castro se presentó este viernes y sábado en el Plaza. Este domingo lo hará en el Auditorio de Tunuyán.
Luciano Castro en "Caer (y levantarse)" logra una obra efectiva
La obra es buena, interesante, tiene algunos toques de humor y se enmarca muy bien en el mundo del histórico boxeo argentino. Hace referencia a otras épocas en las que el Luna Park tenía reyes como Tito Lectoure o Ernesto Cherquis Bialo y gladiadores de la talla de Sergio Víctor Palma o Nicolino Loche, con un guiño a la vida del boxeador marplatense Ubaldo Uby Sacco.
La historia de Junior es la típica de muchos boxeadores argentinos que alcanzaron la gloria batallando en el ring, pero perdieron contra las adicciones, la indisciplina y el descontrol. Sin embargo, es la historia de cualquiera, porque cualquiera puede alcanzar sus sueños luego de esforzarse mucho tiempo y perderlos en un jab que la vida puede asertar cuando menos se lo espera. Por suerte siempre hay una campana salvadora dispuesta a marcar un nuevo comienzo.
Castro, aficionado al boxeo en la vida real, asume en el escenario la responsabilidad de llevar adelante una historia triste y un tanto oscura, pero lo hace con la rapidez, agilidad y fuerza de un peso pluma, sin excesos dramáticos ni exageraciones innecesarias, con lo que termina por redondear una obra efectiva, entendible y popular (en el mejor sentido de la palabra).