El Elenco de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo ha regado la escena local de personajes clásicos de la literatura universal, no sólo griegos y romanos, por dar ejemplos. Sus obras son seleccionadas con una ligazón clara a los estudios universitarios que encaran sus actores. Y, hoy, a un año de cumplir dos décadas de existencia, el grupo de universitarios vuelve a entregar uno de los más celebrados textos teatrales de Oscar Wilde, autor que hasta el momento no habían visitado.
El elenco estrena esta noche, en el teatro Quintanilla -escenario que casi siempre ha recibido sus puestas- La importancia de llamarse Ernesto. Bajo la dirección de la maestra Elsa Cortopassi, en esta ocasión actúan Brenda Carabajal, Claudia Sartori, Malena Orozco, Mariela Calderón, Leandro Mas Canizzo, Paul Noguerol, Mariano Rosales y Agustín Naciff.
Cortopassi, galardonada con el Premio UNO Escenario a la Trayectoria el año pasado, ha montado con su elenco piezas de autores como Pirandello, Chéjov y Eurípides, así como otras de relevancia cultural y social escritas por Griselda Gambaro, Leopoldo Marechal, Federico García Lorca, Albert Camus y hasta un texto de la mendocina Susana Tampieri (El sí de las abuelas, 2003), entre muchos otros.
Ahora eligió la obra más celebrada de Oscar Wilde. La trama de La importancia de llamarse Ernesto (1895) se desarrolla en la misma época victoriana en que vivía su autor. En ella se destacan las costumbres y convencionalismos victorianos que caracterizan a la conservadora sociedad inglesa.
Es una comedia en la que dos hombres se hacen llamar Ernesto para enamorar a dos mujeres que desean casarse con un pretendiente que lleve ese nombre.
El autor desarrolla esta obra de una manera simple y a la vez entretenida, burlándose de la seriedad imperante en la comunidad londinense. Los diálogos son absurdos y las situaciones de sus protagonistas, muy divertidas.
Toda la obra es un gran juego de acciones y lenguaje, aprovechando los dobles sentidos de las palabras y las significaciones sociales de los términos.
Titulada originalmente como The importance of being earnest, su traducción literal sería "La importancia de ser serio o formal". La palabra earnest en idioma inglés (serio, formal), y el nombre Ernest (Ernesto), tienen el mismo sonido al pronunciarse.
Fue la última obra que escribió Wilde y está considerada uno de sus mejores trabajos. Se estrenó por primera vez en el 14 de febrero de 1895 en el St. James' Theatre de Londres, tres meses antes de que Wilde fuera condenado a prisión por "indecencia grave".