Seis nominaciones al Oscar, entre ellas para las estupendas performances de sus dos actrices, Cate Blanchett y Rooney Mara, acumula Carol, filme de Todd Haynes que tuvo su premiere mundial en Cannes en mayo pasado y que llegó a las salas mendocinas.
Delicada cinta de época ambientada en los '50 y narrada bajo el burbujeante tono del jazz de salón, el filme trabaja el insinuante romance entre una joven vendedora de un gran almacén neoyorquino y una adinerada mujer de 40 años hundida en el vacío de un matrimonio inconveniente.
El sello de Highsmith
La película es una adaptación para el cine de una novela de la gran escritora de policiales norteamericana Patricia Highsmith (1921-1995), que ha dado varias interesantes historias al celuloide, entre ellas la famosa saga Ripley.
En este caso Haynes recurrió a una novela que lleva el mismo título del filme, pero que por problemas de censura la escritora publicó en 1951 bajo el seudónimo de Claire Morgan como El precio de la sal y que recién en 1989 se reeditó con la firma Highsmith y el título actual.
Tantos cuidados surgen del desprejuiciado y natural tono en que la historia narra el amor homosexual entre dos mujeres estadounidenses bajo el fondo de una sociedad pacata y, aunque hoy pudiera ser un tema trillado y antiguo, fue la propia Cate Blanchett que se encargó de destacar en Cannes, la vigencia del conflicto.
"Bueno sí, hay diferencias entre esa Norteamérica de 1950 y esta, pero no nos olvidemos que hoy mismo la homosexualidad es ilegal en 70 países y que vivimos tiempos profundamente conservadores", destacó Blanchett.
"Lo interesante de una película como Carol -dijo en ese momento Blanchett- es que pone de manifiesto de manera clara que la sexualidad es una cuestión privada de las personas".
Se trata de la segunda colaboración entre Blanchett y Haynes, después de su sorprendente performance como Bob Dylan en uno de los segmentos de I'm not There y la posibilidad de que la gran actriz norteamericana se alce con el tercer Oscar de su carrera luego de los que ganó con el filme de Woody Allen Blue Jasmin y el que recibió por la película de Martin Scorsese El aviador. En esta ocasión, Todd Haynes aclara por qué en su filmografía ha privilegiado roles en los que las actrices puedan destacarse: "He sido muy afortunado de poder trabajar con grandes mujeres y en historias de mujeres que creo están infrarrepresentadas en el cine independiente y en Hollywood".
Lo que veremos
El filme no es un policial, si bien tampoco evita el género y toma de él más de un recurso narrativo para funcionar a ritmo: hay una huida, un tránsito por la ruta, un seguimiento, grabaciones, abogados, pleitos, un revólver.
Haynes y Highsmith prefieren buscar los pliegues en los cuales esas dos mujeres buscan darle espacio a esa relación a la que las empuja el deseo en el marco de la sociedad moralista que les toca vivir.
Carol, aunque en proceso de divorcio, está casada, tiene una hija cuya custodia está de por medio en una disputa legal, pertenece a un clan adinerado y pacato; Therese en cambio (el personaje de Mara) es una joven con inclinaciones artísticas y talento para la fotografía dispuesta a encontrar su lugar en la vida y que se mueve con entusiasmo.
Precisa en su desarrollo, con un ritmo propio de un burbujeante y elegante jazz de salón, Haynes no evita las convenciones sino que las estiliza, les entrega brillo, les da sentido en un relato artesanalmente enhebrado al que agrega también cierta dosis de refinado melodrama y que rinde culto al cine de su país, sobre todo en el modo de recrear una época.
El filme compite este 28 de febrero por seis estatuillas y cuenta con no pocas posibilidades de ganar cada una de las categorías en que es candidata.
Cate Blanchett está nominada en el rubro Mejor actriz protagónica, Rooney Mara en Mejor actriz secundaria; y también compite en las categorías Guión adaptado, Fotografía, Banda sonora y Vestuario.