El cambio climático provoca un aumento de la temperatura en el planeta, que se acerca así a un "punto de inflexión de consecuencias imprevisible", según un informe divulgado en la Conferencia del clima de la ONU. "En los últimos dos años se han ido acumulando las pruebas de que nos dirigimos hacia una colisión" medio ambiental", explica Johan Rockstrom, director ejecutivo del Stockholm Resilience Centre. "El cambio climático está aquí. E irá a peor hasta alcanzar ese preocupante punto de inflexión, en el que los acontecimientos dejan de estar bajo control", advierte. "Hay que imaginarse a alguien sentado en una silla inclinada hacia atrás, oscilando", sugiere Sybren Drijfhout, un profesor de la universidad de Southampton. En el complejo mundo de las previsiones climáticas, ese punto sin retorno en realidad son múltiples, y en su conjunto pueden provocar que el planeta bascule hacia una situación impredecible. Algunos científicos, por ejemplo, creen que la superficie del planeta se ha calentado ya excesivamente, 1,1°C, en los últimos 150 años y que ello provocará la desintegración de buena parte del hielo en el Antártico, lo que provocará un aumento del nivel del mar de seis a siete metros. Ese proceso puede durar 1.000 años, pero si se confirman esas sombrías predicciones, la capa de hielo se fundirá ineluctablemente, sea cual sea la rapidez con la que lleguemos a cortar con las emisiones de gas de efecto invernadero. Otros científicos creen que ese umbral es más alto, 1,5° C o 2° C. Pero todos están de acuerdo en que hay un punto sin retorno. Rockstrom y otros científicos han identificado hasta una docena de esos "puntos de inflexión", a los que atribuyen individualmente un umbral de temperatura específico. Esos datos circulan en la 23 conferencia del clima de la ONU, que se celebró en Bonn con la asistencia de 196 miembros. La COP23 terminó el viernes y su objetivo es iniciar el diálogo para fijar el reglamento del histórico Acuerdo de París de hace dos años, para mantener el ascenso de la temperatura del planeta por debajo de 2° C.El peligro, para esos científicos, es que ese cambio definitivo lleve hacia un escenario climático desconocido, cuya duración se medirá en miles o incluso decenas de miles de años. Un incremento del 1,3°C provocaría la desaparición de la capa de hielo durante el verano en el Polo Ártico, el deshielo de partes de Groenlandia, la pérdida de arrecifes coralinos y de glaciares en las zonas montañosas. Un aumento de la temperatura entre 3°C y 5 °C provocaría la transformación de amplias zonas del Amazonas en una sabana, un cambio drástico en las poderosas corrientes del fondo oceánico en el Atlántico, que regula el clima a ambas orillas de ese océano, y la frecuencia del fenómeno conocido como El Niño. Pero también podría provocar la transformación del desierto del Sahel, en el norte de África, en una zona húmeda. En el caso extremo de que la temperatura del mundo superara los 5°C, el nivel de los océanos se levantaría decena de metros.
El planeta se encamina hacia un aumento de la temperatura de consecuencias imprevisibles. El nivel de los océanos podría elevarse decena de metros