Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires un 24 de agosto de 1899, por lo que hoy cumpliría 120 años. Aunque hablando de Borges no estaríamos en condiciones de asegurar que pueda haber una trampa espacio temporal, porque su figura no deja de estar presente.
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Si bien la imagen que da Borges es la de un escritor complejo e inaccesible, debajo de ese halo de extrema erudición existe un hombre con gran sentido del humor, al que no le gustaba tomarse muy en serio, y al que vale la pena acercarse.
Borges para principiantes
Si no hemos leído nada del “universo Borges”, hay ciertos libros que nos pueden abrir las puertas a su exquisita literatura fantástica que ha fascinado a todo el mundo.
Inquisiciones
Es uno de los libros de más fácil comprensión del mundo “borgiano” y además su primera obra en prosa. Se publicó en 1925 y es un compendio de 31 relatos en los que se comienzan a vislumbrar sus eternos dilemas sobre la concepción del tiempo, el espacio, el destino y la realidad de un modo magistral.
“Un tiempo infinito ha precedido a mi nacimiento; ¿qué fui yo mientras tanto? Metafísicamente podría quizá contestarme: Yo siempre fui yo; es decir, todos aquellos que dijeron yo durante ese tiempo, fueron yo en hecho de verdad”.
Inquisiciones - Jorge Luis Borges - 1925
Ficciones
Borges editó en 1944 “Ficciones”, quizás la obra con más proyección internacional. Está compuesta por dos colecciones de cuentos, “El jardín de senderos que se bifurcan" y “Artificios”, que a su vez por separado alcanzaron un reconocimiento en todo el mundo.
A lo largo de los relatos pueden encontrarse las grandes preocupaciones del escritor como el tiempo, la fragilidad de la memoria o la incertidumbre del azar, entre los que se destacan "La muerte y la brújula", "La biblioteca de Babel", "Las ruinas circulares" o el sorprendente "Funes, el memorioso", un exquisito personaje que "decía tener más recuerdos que los que habrán tenidos todos los hombres desde que el mundo es mundo".
“Sabía las formas de las nubes australes del amanecer del 30 de abril de 1882 y podía compararlas en el recuerdo con las vetas de un libro en pasta española que sólo había mirado una vez y con las líneas de la espuma que un remo levantó en el Río Negro la víspera de la acción del Quebracho. Esos recuerdos no eran simples; cada imagen visual estaba ligada a sensaciones musculares, térmicas, etcétera. Podía reconstruir todos los sueños, todos los entre sueños".
Ficciones - Funes, el memorioso - 1944
El Aleph
Es su obra por excelencia, incluso se ha convertido en objeto de culto. Si bien en Ficciones describe mundos imposibles, enmarcados en una atmósfera realista, en "El Aleph" abre grietas en la lógica de la realidad y hasta muestra una irrealidad secreta y oculta que se hace más visible en cuentos como "El Zahir".
Al abrir los ojos, vi el Aleph.
El Aleph - Jorge Luis Borges - 1949
El libro de los seres imaginarios
Es una recopilación de seres extraños, que escribió en colaboración con Margarita Guerrero, tomados de la mitología y de obras clásicas. "El libro de los seres imaginarios" es una recopilación de 116 monstruos entre los que se encuentran "El Centauro", "El Golem", "La Esfinge" o "El Hipogrifo".
-¿Qué ser tiene cuatro pies, dos pies o tres pies, y cuantos más tiene es más débil? Edipo contestó que era el hombre, que de niño se arrastra en cuatro pies, cuando es mayor anda en dos y a la vejez se apoya en un báculo. La esfinge, descifrado el enigma, se precipitó desde lo alto de su montaña.
La Esfinge - El libro de los seres imaginarios -1957
Historia universal de la infamia
Es un libro en el que hace alarde de su notable genio para la ficción y en el que, basándose en casos reales, marca su particular impronta literaria que tiene como resultado una colección de villanos exageradamente crueles y personajes disparatados que lindan con la caricatura.
"Era un hombre ruinoso y monumental. El pescuezo era corto, como de toro, el pecho inexpugnable, los brazos peleadores y largos, la nariz rota, la cara aunque historiada de cicatrices menos importante que el cuerpo, las piernas chuecas como de jinete o de marinero. Podía prescindir de camisa como también de saco, pero no de una galerita rabona sobre la ciclópea cabeza. Los hombres cuidan su memoria".
El Héroe - Historia Universal de la Infamia - Jorge Luis Borges - 1935