Selva Florencia [email protected]
Axel Kuschevatzky, el periodista y productor estará instalado en la alfombra roja de la ceremonia de la entrega de los Oscar.
Axel Kuschevatzky, el periodista y productor estará instalado en la alfombra roja de la ceremonia de la entrega de los Oscar.
Selva Florencia [email protected]
El argentino Axel Kuschevatzky conducirá hoy, por décimo año, la antesala de los premios Oscar, junto con Liza Echeverría. Antes de viajar a Los Ángeles, el también productor de cine dialogó con Escenario sobre el Oscar que podría tocarle a Alfonso Cuarón por Gravedad. También contó que Alexander Payne habla español de corrido y reveló al referente argentino de David O. Russell. El preshow desde la alfombra roja se podrá ver hoy, a las 20.30, por TNT (señales 38 de Supercanal y 423 de Supercanal Digital).
–Hay mucha presencia latina este año en los Oscar, ¿beneficia eso a la cobertura que hacen?–Que sea un año fuerte para los latinos ya es mucho. México tiene nominado a Alfonso Cuarón en varios rubros por Gravedad. Su hijo Jonás está nominado por haber escrito el guión con él y también está nominado Emmanuel Lubezki a mejor director de fotografía. Está Lupita Nyong’o también, nominada por 12 años de esclavitud, que nació en México. Y hay una suerte de colombiano adoptivo, que es Alexander Payne. Él estudió en Colombia, hizo su tesis de posgrado allí, habla castellano de corrido y sabe mucho de cine argentino.
–¿Lo entrevistarás en español?–Eso no lo sé, pero un día me encontré hablando con Payne de (Adolfo) Aristarain. Incluso me preguntó: “¿(Eliseo) Subiela sigue filmando?”. ¡Me morí! Estábamos en un evento con (Juan José) Campanella y nos preguntó eso. Fue genial. Me gusta cuando hay una conexión con Latinoamérica. Sobre todo porque hacemos una transmisión que llega a más de 35 territorios y nos hace una diferencia muy grande encontrarle esta vuelta. Por otro lado, con Cuarón nos conocemos desde hace 15 años, los dos crecimos viendo El libro gordo de Petete y Alfonso se sabe de memoria el versito de despedida de Petete.
–Con cada ceremonia, deben de crecer tus expectativas sobre a quién entrevistar...–Sé que hay figuras que no van a caminar la alfombra roja, como Spike Jonze. Eso lo doy por sentado. Pero hay buenas figuras que sí, sobre todo en los rubros actorales. Estoy seguro de que va a ser una transmisión divertida. Hace tres meses que estoy viendo las películas, los documentales, y que estoy aprendiéndome de memoria las canciones que están nominadas (risas).
–¿Cómo manejan el estrés con Liza? Por que tienen poco tiempo para entrevistar a los invitados...–En eventos previos, si me cruzo con nominados quedamos en que vengan donde estamos para entrevistarlos. Hay otros con los que tenemos un pacto tácito porque nos conocemos y se acercan. Eso facilita las cosas porque en la alfombra se da una situación muy compleja: nosotros trabajamos para que el espectador en su casa no sienta que está viendo un caos. Pero lo es. Hay 300 personas en las gradas gritando. Si tengo que ser honesto, te digo que me entreno mucho.
–¿Y cómo es ese entrenamiento?–Además de ver las películas y estudiar, dos meses antes voy al gimnasio, salgo a caminar y correr, hago dieta. Como si fuera un boxeador preparándome para una pelea. Agradezco que no hay dos Oscar por año porque me moriría.
–Sos admirador de Martin Scorsese, ¿qué opinás de “El lobo de Wall Street”.–Ya la vi dos veces. ¡Con eso te digo todo! Scorsese es uno de esos directores que no hace malas películas. Tiene películas correctas, buenas, muy buenas y geniales. En mi opinión, el 50% de ellas van de muy buenas para arriba. Cuando no funcionan, son hipnóticas de otra manera, como Vidas al límite. Sin embargo, como espectador me siento muy cercano a lo que cuenta, aunque no tengo mucho que ver con él. Nací en el otro lado del mundo, pero amo su forma de contar historias.
–Además, parece que la crítica atraviesa una etapa de enamoramiento con David O. Russell...–Russell tiene algo en común con Scorsese: es un director muy cinéfilo. Estudió en la Escuela de Cine San Antonio de los Baños, en Cuba, y uno de sus referentes es La hora de los hornos, de Pino Solanas y Octavio Gettino. Cuando hablé con él, me dijo que cuando hizo Tres reyes le pidió a su director de fotografía que consiguiera esa misma textura fílmica. A mí me gusta, pero siento que no es un director del que vamos a hablar en 50 años. Scorsese quedará en la historia. No obstante, las reglas de la academia son diferentes y tienen su criterio. Las ramas que votan son muy distintas. Los que eligen el mejor guión no son los mismos que eligen el mejor actor. No se juntan a debatir. Es más una percepción de calidad en general lo que están teniendo las películas de Russell, como Escándalo americano.