Mañana tendrá lugar un nuevo concierto de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, bajo dirección del maestro Luis Gorelik y la participación del solista de piano Alexander Panizza, quien ejecutará el Concierto N° 1 de Tchaikovsky para piano y Orquesta. El programa incluye además la Obertura Rienzi de Richard Wagner y la Sinfonía Concertante para Violín, Cello, Oboe, Fagot y Orquesta de F. J. Haydn con los solistas Marian Crucci, Emanuel Aguirrez, Juan Sarmiento Wagner y Luis Gambino, integrantes de la OSER.
Este concierto -que tendrá lugar a las 20.30, en el Teatro 3 de Febrero- se realiza en adhesión al 71° aniversario de la República de Italia y es coorganizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Provincia de Entre Ríos, la Sociedad Italiana de Paraná y la Asociación Mariano Moreno, con el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Paraná. La entrada es gratuita y las localidades deben retirarse con antelación en la boletería del Teatro.
"El Concierto N° 1 de Tchaikovsky es una de las obras cumbres de la literatura pianística que jamás se haya compuesto. Y la primera parte consta de dos obras preciosas, confiamos en que el Teatro va a estar lleno y que la gente lo disfrute. Pero creo que lo más importante de esta actividad, además de la música, es la confluencia de organizadores. Cuando nos podemos unir, logramos hacer cosas superadoras. En este caso, dos instituciones privadas trabajan mancomunadamente con organismos públicos. Es una política nuestra trabajar con otras instituciones", señaló a Escenario Luis Orlando, presidente de la Asociación Mariano Moreno.
En este sentido, Horacio Piceda, presidente de la Sociedad Italiana, destacó: "Creemos que así tiene que ser, independientemente del color político; la cultura no tiene dueños y en la medida de nuestras posibilidades estamos dispuestos a poner nuestro aporte para llevar a cabo este tipo de actividades", y añadió: "Nosotros hace varios años que venimos interactuando con la Asociación Mariano Moreno, y estamos tratando de realizar espectáculos de jerarquía como los que acostumbra esta institución señera. Si bien la Sociedad Italiana hoy en día está más abocada a la enseñanza primaria y de idiomas, también participamos en actividades abiertas a la comunidad paranaense en general. En este caso aprovechamos que el mismo 3 de junio es el Día del Inmigrante Italiano, y asimismo, que el 2 de junio es el 71° aniversario de la República de Italia. Y si bien el viernes haremos un acto cívico, la parte artística y de gala tendrá lugar el sábado en el Teatro 3 de Febrero".
Los socios de ambas instituciones pueden retirar entradas hasta hoy en las respectivas sedes sociales.
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Sobre el solista invitado
Alexander Panizza es uno de los principales pianistas argentinos de la actualidad. Se destaca por su extraordinario manejo de la sonoridad del piano, en cuanto a intensidades y matices, su virtuosismo, la amplitud del repertorio que suele abordar y su ductilidad para trabajar con cantantes, conjuntos de cámara y grandes orquestas. Ha recibido varios premios a la trayectoria, incluyendo el Premio Konex Diploma al mérito 2009, el Premio Magazine 2015 y, recientemente, el Kajo-Schommer Forderpreis en reconocimiento a su estímulo a jóvenes pianistas.
Comenzó sus estudios musicales en su ciudad natal, Toronto (Canadá), y los continuó en la Argentina, Francia y España. Ganador de varios concursos nacionales (Amigos del Arte, Juan José Castro, Jóvenes Solistas y Pau Casals - Centre Catalá de Rosario, entre otros) y del Concurso Internacional Alberto Williams-ciudad de Necochea, ha sido becario del Fondo Nacional de las Artes, Fundación Antorchas, Mozarteum Argentino, Fundación Proscenio y The British Council. Cursó estudios de posgrado en el Royal College of Music de Londres, donde obtuvo la Medalla de Oro Hopkinson, entre otros galardones.
Panizza desarrolla una brillante carrera en América Latina, Norteamérica y Europa. Como solista, ha actuado con más de 30 orquestas. Se destacan sus versiones de los conciertos de Brahms, Rachmaninov, Tchaikovsky, Chopin, Beethoven y Schumann que interpretó en salas de renombre como el Barbican Hall de Londres, el Teatro Colón de Buenos Aires, el Anfiteatro Richelieu de la Universidad de la Sorbona, el Teatro Palas de Atenas, el Museo Ciurlionis de Kaunas (Lituania) y la Herkulessaal de Munich.
En su amplia discografía sobresale el registro integral de las 32 Sonatas para piano de Beethoven, realizado en ocho conciertos ofrecidos en el Teatro Príncipe de Asturias del Centro Cultural Parque de España de Rosario. Este evento marcó un hito en la vida cultural de la ciudad e inspiró un documental titulado Alexander Panizza. Solo piano (Pablo Romano, 2012), considerado uno de los mejores audiovisuales estrenados ese año. Alexander ha grabado además la obra completa para piano de Alberto Ginastera (Tradition), el concierto para piano y orquesta de David Winkler (Naxos, serie American composers) y obras de Muzio Clementi (Cascade) y Carlos Guastavino (Espacio Santafesino/ Gobierno de Santa Fe).
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El Concierto N° 1, una obra para virtuosos
El Concierto N° 1 de Tchaikovsky es una de las obras concertantes para piano más formidables de todo el repertorio. Dicho concepto tal vez no se deba a su perfección como obra musical en términos estrictamente académicos, sino a su inmediato poder para cautivar y encantar al escucha, lo cual lo hace de una tremenda popularidad, en el buen sentido de la palabra. Su estreno recayó en Hans von Bülow, quien lo tocó por primera vez en Boston, el 15 de octubre de 1875.
Su impetuosidad se anuncia desde el primer e incisivo acorde a cargo del corno, tras el cual se desarrolla una inolvidable melodía que extrañamente no se repite jamás en el movimiento ni en el resto de la obra. Este primer movimiento concluye de la misma forma impetuosa como comenzó. Tras un segundo movimiento calmado, sereno, muy melodioso y dulce, se desencadena en el final una verdadera muestra de pianismo virtuoso que reta directamente a la orquesta a nivelársele o a sufrir las consecuencias. Surge a continuación un segundo tema más sosegado, lírico y apasionado, el cual se alterna con el primero hasta alcanzar una coda verdaderamente impresionante, donde piano y orquesta imponen el segundo tema, concluyendo finalmente con reminiscencias del primer tema y de una manera majestuosa un concierto definitivamente grande y formidable.
Sus tres movimientos oponen, ciertamente, muy considerables dificultades; sin embargo cualquier músico advertirá en seguida que está escuchando una pieza muy bien construida, sobrada de ideas que no en balde están en la memoria de todos.