Historias de vida

Sueños familiares y vidas de inmigrantes están presentes en los vinos de Finca Bandini

Federico Bandini es un ingeniero mendocino que vive en Estados Unidos y logró cumplir el anhelo familiar de tener en su lugar natal su propia finca con bodega

Su historia puede resultar común en un país de inmigrantes y emigrados como la Argentina, que hace décadas tiene a familias disgregadas por el mundo. Federico Bandini prácticamente se crió y desarrolló en Estados Unidos, sin embargo hoy con 66 años, su finca y sus vinos de alta gama lo devuelven a sus orígenes, su Mendoza natal.

Finca Bandini es un emprendimiento vitivinícola ubicado en Las Compuertas, Luján de Cuyo, adonde el ingeniero civil Federico Bandini -a los 66 años- está cosechando su identidad, la de un mendocino más apasionado por su tierra natal que conoce a la perfección el manual de usos y costumbres de este lugar que lo trajo al mundo, pese a haberse ido de aquí cuando apenas tenía 2 años de vida.

Su papá quiso darles un mejor pasar económico a su mujer y sus tres hijos. Entonces probó suerte en Estados Unidos y hasta allí se llevó a la familia apenas comenzados los años '60. Les fue muy bien, nada de qué quejarse. Eso sí. Las sopaipillas, los viñedos, las tardes de sol ardiente en la montaña o la religión de las siestas marcaron a los Bandini por siempre.

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A los 66 años, el ingeniero civil radicado casi toda su vida en Estados Unidos, alcanzó el sueño de tener en su Mendoza natal una bodega.

A los 66 años, el ingeniero civil radicado casi toda su vida en Estados Unidos, alcanzó el sueño de tener en su Mendoza natal una bodega.

"Finca Bandini es un proyecto del alma, un legado familiar", confiesa en esta entrevista con Diario UNO quien con su bodega está honrando el anhelo de su papá pero también es una suerte de tributo a los inmigrantes que cultivan sus raíces acunando el deseo de un día volver para dejar su huella en el lugar que les pertenece.

Y vaya si tiene historia el terruño que eligió Federico Bandini para sentar las bases de sus generaciones futuras. Un campo con más de un siglo de vida, como es Las Compuertas, una de las regiones más antiguas y preciadas en el cultivo de la vid en Argentina, atravesada por lo que supo ser el lecho del río Mendoza, en el punto más alto de Luján de Cuyo, y que tiene aires patrimoniales.

De hecho, la Finca Bandini atesora basamentos de los muros construidos en 1922 que -mediante 6 compuertas- contenían el paso del agua de deshielo del río, y que son patrimonio de Mendoza.

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Finca Bandini, un proyecto familiar entre Houston y Mendoza

Federico Bandini, el mendocino que formó una familia, una carrera y una empresa de excelencia en la lejana Houston, regresó un día para invertir y apostar por la bodega propia. Con verlas a través de Google Maps le bastó para darle el ok a la distancia a su primo y comprar las 75 hectáreas, hace ya 10 años.

"Como todo lo que se hace con la ilusión de trascender en el tiempo, este proyecto está marcado por la fuerza del lazo familiar y la nobleza de quien vuelve a su tierra natal para soñar con un proyecto de generaciones", escribe el ingeniero en la web de Finca Bandini. Casado con una argentina -porteña, ella- Susana, Federico tiene 3 hijos -dos mujeres y un varón- y 5 nietos. Su empresa de ingeniería, BEI Engineers, está ubicada en Houston, Texas, Estados Unidos.

"Mi esposa trabaja manejando los departamentos de contabilidad y recursos humanos. Mi hija Amanda trabaja como Chief Operating Officer. También tengo a mi hermano menor trabajando en el departamento de Staffing en oficinas de clientes. David fue mi primer empleado y hace más de 30 años que trabaja conmigo", comenta al detalle Bandini, para reflejar que en su vida laboral también ha formado una verdadera familia.

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Parte de la familia Bandini, en una de las tantas visitas a la finca. La idea de Federico es vivir 6 meses en Mendoza y 6 en Estados Unidos.

Parte de la familia Bandini, en una de las tantas visitas a la finca. La idea de Federico es vivir 6 meses en Mendoza y 6 en Estados Unidos.

-¿El sueño de una bodega propia lo alcanzaste en honor a tu papá que era lo que le hubiese gustado tener?

-Nosotros inmigramos a Estados Unidos en 1960. Mi papá trabajaba en la construcción y mi mamá era ama de casa. Ellos recordaban con mucho afecto a la familia y a Mendoza y frecuentemente hablaban de viñedos y la vendimia. Mi papá falleció joven, a los 48 años, pero comentaba lo lindo que sería un día tener una pequeña finca en Luján. El poder desarrollar un proyecto como Finca Bandini es para mí cumplir en parte los sueños de mis abuelos y padres y hermanos y de toda mi familia inmediata. Para mí Finca Bandini es un proyecto del alma, un legado familiar.

-Te fuiste a Estados Unidos de muy pequeño, a los dos años de vida...

-Sí. Me llevaron mis padres. Porque buscaban un mejor porvenir para ellos y sus hijos. ¡Y lo lograron!

El poder desarrollar un proyecto como Finca Bandini es para mí cumplir en parte los sueños de mis abuelos y padres y hermanos y de toda mi familia inmediata. Para mí Finca Bandini es un proyecto del alma, un legado familiar. El poder desarrollar un proyecto como Finca Bandini es para mí cumplir en parte los sueños de mis abuelos y padres y hermanos y de toda mi familia inmediata. Para mí Finca Bandini es un proyecto del alma, un legado familiar.

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Heredó de su padre el espíritu emprendedor

-Además de la bodega, tenés otras inversiones en Argentina. ¿Por qué lo hacés? Aunque viviste prácticamente toda tu vida en Estados Unidos, ¿allí te sentís un foráneo, no te sentís un americano más?

-La verdad que me siento muy estadounidense y también muy argentino. Amo a los dos países. En Houston tengo mi empresa de ingeniería que me dio la oportunidad para inversiones en Estados Unidos y también decidí invertir en Argentina. No sólo tengo Finca Bandini sino también BEI Emprendimientos en Luján de Cuyo y una oficina de ingeniería en Rosario.

-Si se repasa tu trayectoria empresarial o como ingeniero civil, ¿siempre ha pesado el legado familiar y elegís compartir tus proyectos en familia?

-Mi papá era un hombre muy emprendedor. Él llegó a Estados Unidos y enseguida abrió una empresa de albañilería que creció hasta ser una empresa de construcción general. Él tenía el sueño de una empresa familiar. Somos tres hijos varones y mi papá entendía que para tener una empresa constructora con éxito a largo plazo necesitaba un maestro mayor de obras, un arquitecto y un ingeniero. Rubén, mi hermano mayor, quien lamentablemente falleció de Covid en 2021, se recibió de maestro mayor de obras. Mi hermano menor, David, quien trabaja conmigo, se recibió de arquitecto. Y a mí me tocó la parte fácil, la ingeniería (risas).

Mi papá era un hombre muy emprendedor. Él llegó a Estados Unidos y enseguida abrió una empresa de albañilería que creció hasta ser una empresa de construcción general. Él tenía el sueño de una empresa familiar. Mi papá era un hombre muy emprendedor. Él llegó a Estados Unidos y enseguida abrió una empresa de albañilería que creció hasta ser una empresa de construcción general. Él tenía el sueño de una empresa familiar.

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Federico Bandini recuerda que su padre llegó a Estados Unidos para hacer trabajos de albañilería y pronto fundó una empresa constructora.

Federico Bandini recuerda que su padre llegó a Estados Unidos para hacer trabajos de albañilería y pronto fundó una empresa constructora.

-¿Qué te da Mendoza que no te de aún Estados Unidos?

-Disfruto mucho de ambos lugares que me presentan dos opciones muy distintas. Estados Unidos es un país con mucha estabilidad y proyección, es un lugar donde uno aprecia la tranquilidad de la vida en los suburbios, y una cultura muy diversa. Houston es una ciudad grande con mucho verde y cerca del mar. Mendoza te da un contraste significativo en la estructura social y cultural y también topografía. Hay montañas y viñedos, en lugar de playa y mar. Es un mundo donde se disfruta mucho de la amistad y los fines de semana. Me encanta estar con familia y amigos.

-¿Te imaginás radicado definitivamente en Mendoza? ¿Te estás preparando para ello?

-Mi plan ideal sería vivir en Houston seis meses y vivir en Mendoza seis meses. Amo a los dos países y siempre quisiera estar cerca de mi hija y yerno y mis dos nietas en Houston. Es más, como no pienso jubilarme nunca porque siempre tendré proyectos, seguiré involucrado con la empresa de ingeniería en Houston. ¡Y con Finca Bandini en Mendoza!

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Una finca que custodia el valor del agua en Mendoza

-La bodega refleja ese espíritu familiar, ese calor de hogar en un proyecto cuya ambición no es engrandecerse sino más bien transmitir su identidad propia. ¿Cómo definís vos Finca Bandini?

-Definitivamente, Finca Bandini debe reflejar la historia de toda la familia y no tanto la mía propia. Es un proyecto de legado familiar que celebra a abuelos, padres, hermanos, hijos y nietos. En la actualidad trabajan desde Estados Unidos para Finca Bandini mi hija Amanda y su esposo Jonathan, quienes están a cargo de ese mercado. La nuestra es una historia de inmigrantes que se identifican con un nuevo país y luchan para cumplir sus sueños.

-La finca está ubicada en un lugar patrimonial e histórico para el agua mendocina. Y además tiene a la Destilería de Luján de Cuyo como marco de fondo. ¿Qué te aportan estas características geográficas para tu proyecto vitivinícola? Justo teniendo en cuenta la destilería que es tan afín a tu otra actividad como ingeniero en tu empresa americana, ¿no?

-Finca Bandini está ubicada en un lugar muy privilegiado. Tenemos 75 hectáreas en lecho de río. Es un terroir súper especial para la vid. También están los muros originales construidos en 1922 para la distribución de agua del deshielo a 6 distintos sectores de la zona. Corre un canal de agua a plena vista con buen flujo todo el año que también da un aspecto único y maravilloso a Finca Bandini. La destilería de Luján de Cuyo también se ve y para mí pinta un cuadro magnífico de lo que es el mundo moderno. Se necesita industria para poder vivir cómodamente y también se necesita cuidar el patrimonio de nuestro planeta. Y cuando hay una fusión coherente entre estas dos realidades se puede vivir en armonía.

La nuestra es una historia de inmigrantes que se identifican con un nuevo país y luchan para cumplir sus sueños. La nuestra es una historia de inmigrantes que se identifican con un nuevo país y luchan para cumplir sus sueños.

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En la Finca Bandini se encuentra la unión de dos cauces de riego, así que el sonido del agua es permanente en el lugar.

En la Finca Bandini se encuentra la unión de dos cauces de riego, así que el sonido del agua es permanente en el lugar.

-También elaboran aceites de oliva, en una zona que tenía plantaciones de olivos. ¿Se te ocurrió en algún momento, viendo los olivos añosos del lugar, dedicarte a esa industria y no a la del vino?

-Cuando compré Finca Bandini habían 40 hectáreas de olivos y 20 hectáreas de viñedos. Haciendo un estudio meticuloso del terroir nos dimos cuenta de que el mejor uso de la tierra era para viñedos. Al sacar los olivos nos quedamos con un buen número que plantamos, marcando la entrada principal de la finca que es el Camino de los Olivos. Aprovechamos algunos troncos para hacer mobiliario para la finca y algunas esculturas. También hacemos una partida pequeña de aceite de oliva que vendemos en el shop.

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-¿Cuánto tiempo pasó desde que compraste esas tierras hasta poner tu vino en la góndola local y extranjera?

-La finca la compré en 2014. La reconversión de olivos a viñedos ocurrió entre 2015 y 2017. Septiembre de 2019 iniciamos la apertura de Finca Bandini para turismo y comercialización de vinos. Pero tuvimos que cerrar todo por razón de la pandemia en marzo de 2020. Con respecto a la comercialización de vinos se frenó todo y reiniciamos el esfuerzo en noviembre 2021, cuando volvió a abrirse la Argentina.

Los vinos de Finca Bandini tienen presencia en Argentina y en Estados Unidos. También están ingresando al mercado de Brasil, a otros mercados latinoamericanos y algunos europeos.

Vinos que apuestan por un futuro mejor

-¿Qué lugar ocupaba el vino antes de inaugurar la bodega y qué lugar ocupa ahora?

-Desde la reconversión de la finca tuvimos como objetivo comercializar nuestros vinos. Antes de tener bodega propia hacíamos vino en una bodega donde alquilábamos espacio. Iniciamos la obra de construcción de bodega en abril del 2021 y en 10 meses, es decir febrero del 2022, estábamos haciendo vino en nuestra propia bodega, y fue un golazo.

-¿Cuál es el objetivo más cercano que buscás alcanzar con la bodega? ¿Estás mirando la exportación o te interesa más instalar tus vinos en el mercado local?

-En la bodega todavía falta terminar la sala de recepción y también la cava para turismo. Lo bueno, y el objetivo principal, era poner en función la parte productiva de bodega. Para terminar lo demás hay tiempo y hay que esperar un poco para ver mejor estabilidad económica. Con respecto a la comercialización de vinos tenemos un plan muy claro: primero vender nuestros vinos en Argentina, segundo vender nuestros vinos en Estados Unidos, tercero vender nuestros vinos en Latinoamérica y Europa y procurar abrir camino en algunos países asiáticos.

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El ingeniero agrónomo Rodrigo Guisasola Sacarsi, Federico Bandini y el enólogo Alberto Moreno posan en los viñedos de la finca ubicada en Las Compuertas.

El ingeniero agrónomo Rodrigo Guisasola Sacarsi, Federico Bandini y el enólogo Alberto Moreno posan en los viñedos de la finca ubicada en Las Compuertas.

-¿Y cuál es tu máxima aspiración para Finca Bandini?

-En el sentido económico, mi aspiración para Finca Bandini es producir mucha uva de altísima calidad que se destina totalmente para vinos de alta gama que elaboramos en nuestra bodega. También tener un turismo muy activo con visitas y gastronomía y eventos para que muchos puedan conocer lo hermoso que tiene Finca Bandini y la historia que cuenta de Mendoza. En el sentido de legado, quiero dejar un lugar maravilloso para mis hijos y nietos, y ojalá las siguientes generaciones que cuenten la historia de una familia como tantas familias de inmigrantes y, en este caso, asociarlo con la historia y nuestras tradiciones de Mendoza. Realmente la historia de Finca Bandini no es tan diferente a la historia de familias en Argentina y Estados Unidos. Familias de inmigrantes que dejan sus países nativos para buscar algo mejor.

Quiero dejar un lugar maravilloso para mis hijos y nietos, y ojalá las siguientes generaciones que cuenten la historia de una familia como tantas familias de inmigrantes y, en este caso, asociarlo con la historia y nuestras tradiciones de Mendoza. Quiero dejar un lugar maravilloso para mis hijos y nietos, y ojalá las siguientes generaciones que cuenten la historia de una familia como tantas familias de inmigrantes y, en este caso, asociarlo con la historia y nuestras tradiciones de Mendoza.

-¿Cómo te definirías?

-Quisiera que piensen en Federico Bandini como un hombre que ama a su familia nuclear y extendida; como alguien que le puso muchas ganas y devoción a sus proyectos; como un empleador que se preocupó mucho por su gente; como un buen ciudadano que ayudó a construir un mejor mundo en Mendoza y en Houston. Aún estoy en este camino y me falta mucho pero espero cumplirlos satisfactoriamente un día.

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