"Estamos desbordados, felices, pero lo más lindo es la alegría del equipo, que es la gente que confía en vos y se entrega día a día, y verlos sonreír, te da esperanza, y muchas ganas de seguir dándolo todo", confesó Germán desde España.
De Los primeros pasos al rincón mágico: Fierro
Cuando la pareja salió del instituto donde obtuvieron la licenciatura en gastronomía, comenzó su carrera profesional en Mendoza. "El primer trabajo que tuvimos en Mendoza fue en (el restaurante) Las Negras, y de ahí vinimos a trabajar a España, al Submarino. Luego fuimos a un restaurante de Quique Dacosta, que es un cocinero que tiene muchas estrellas Michelin, y con él logramos una estrella en su cocina", relató el chef mendocino.
“En este 2022, haber logrado la primera estrella para nuestro concepto, y nuestro restaurante, es una felicidad enorme. Ayer hablábamos que Carito es la primera mujer argentina que logra una estrella, y esto nos llena de orgullo" “En este 2022, haber logrado la primera estrella para nuestro concepto, y nuestro restaurante, es una felicidad enorme. Ayer hablábamos que Carito es la primera mujer argentina que logra una estrella, y esto nos llena de orgullo"
Consultado Germán Carrizo sobre la propuesta gastronómica de su restaurante, donde hay una impronta nostálgica y que toca el corazón, destacó: "Nosotros hacemos un menú degustación de 16 platos, donde uno de nuestros platos es la empanada mendocina, a la que le hemos puesto el nombre de Justina, porque es el nombre de mi madre, y creemos que mostrar de dónde venimos nos deja enseñar un poquito los que somos nosotros".
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La empanada Justina, un toque de "mendocinidad" en un restaurante de alta categoría, que ya cuenta con su primera estrella Michelin, el Grial de la gastronomía.
Luego el maestro mendocino agregó: "Aparte de eso, trabajamos todo lo que es la cocina mediterránea, con producto local, y es un menú muy especial, maridado con mucho vino, y sobre todo con mucho amor. Esperamos que esta estrella (Michelín) luzca bien fuerte allí también en Argentina donde están nuestras familias".
Respecto al salón del restaurante de los argentinos, Germán sorprendió al señalar que "tenemos un restaurante muy pequeño, de 57 metros cuadrados, con cuatro mesas, y damos máximo 12 comensales". Incluso en la etapa pre-pandemia, el espacio era más acotado. "Apenas arrancamos, teníamos sólo una mesa para 12, y debido a la pandemia tuvimos que abrir mesitas para dar de comer a más gente. Son cuatro mesitas para tres personas", explicó el mendocino.
El mencionado menú de 16 pasos tiene un costo que también resulta atractivo para los sibaritas, ya que tiene un costo de 95 euros, lo que contrasta con otros establecimientos de una estrella (Michelin), que tienen un costo que ronda entre los 120 o 140 euros. Los de dos estrellas en 200 o 220; y los de tres en 350.
Tanto Carito, como Germán, demuestran que esto no es un final, sino la continuidad de un camino iniciado hace tiempo. "Nuestro menú tiene una parte de sabores que recuerdan a nuestra tierra, pero revisionados desde el producto local mediterráneo, y con técnicas aprendidas de nuestros viajes alrededor de las cocinas del mundo", concluyeron los exitosos emprendedores.
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El restaurante Fierro, del mendocino Germán Carrizo y la cordobesa Carito Lourenço, tiene un llamativo menú, donde se combina la cocina argentina y la mediterránea, con el toque distintivo y creativo de la pareja argentina.
Sobre la guía Michelin
La guía fue creada en Francia en el año 1900 por André Michelin, era una revista publicitaria que se regalaba con la compra de neumáticos. Tenía información valiosa para los pioneros del automóvil: lista de mecánicos, médicos y planos de algunas ciudades.
A partir de 1920 la guía se comienza a vender y por primera vez aparecen en ella restaurantes. La información que proporciona es relativa a la calidad de los restaurantes; empiezan de esta forma las rondas de inspectores anónimos y se comienza a utilizar la estrella para designar los mejores restaurantes.
La guía es popular por asignar de una a tres "estrellas de la buena mesa" a los establecimientos gastronómicos que, en referencia a distintos parámetros fijados por sus propios jueces, destacan en calidad, creatividad y esmero de sus platos. En cambio, asigna de uno a cinco cubiertos en función del confort y el servicio con que se sirve a los clientes cuando se trata de un restaurante, o de una a cinco casas por el mismo criterio si se refiere a un hotel.