En medio de la pandemia, los países deberían subir los impuestos a los ricos, como hizo la Argentina, sostuvo este lunes un informe de la ONG británica Oxfam, presentado en el Foro Económico de Davos, que se realiza en forma virtual.
En medio de la pandemia, los países deberían subir los impuestos a los ricos, como hizo la Argentina, sostuvo este lunes un informe de la ONG británica Oxfam, presentado en el Foro Económico de Davos, que se realiza en forma virtual.
La ONG mencionó como ejemplo a la Argentina, cuyo Congreso aprobó en diciembre el impuesto extraordinario a grandes fortunas -conocido como el impuesto a la riqueza- con el que espera recaudar unos $3.000 millones, y destinarlos a paliar el impacto de la pandemia.
Al analizar las desigualdades existentes en el mundo, la entidad alertó que se agravaron durante el año pasado en medio de la crisis sanitaria de Covid-19.
Por eso, pidió subir los gravámenes a la riqueza y reclamó combatir "el virus de la desigualdad", desde el título de su reporte.
El informe sostuvo que las 1.000 personas más ricas del mundo "recuperaron su nivel de riqueza pre pandémico en solo nueve meses, mientras que las más pobres podrían tardar más de diez años en recuperarse de los impactos económicos".
El informe de esa ONG consideró que la crisis de Covid-19 ofrece la "oportunidad de establecer finalmente un sistema fiscal justo, de poner fin a la carrera hacia abajo e iniciar una carrera hacia la cima".
Mencionó, entre sus propuestas, incrementar el impuesto sobre el patrimonio, a las transacciones financieras y las medidas para erradicar la evasión fiscal.
El informe revela que la pandemia de COVID-19 tiene el potencial de aumentar la desigualdad económica en prácticamente todos los países del mundo al mismo tiempo, una situación "sin precedentes desde que empezara a registrarse este tipo de datos hace más de un siglo".
"El aumento de la desigualdad podría provocar que la humanidad tarde como mínimo 14 veces más en reducir la pobreza hasta el nivel previo a la pandemia que el tiempo que han tardado las mil personas más ricas del mundo (en su mayoría hombres blancos) en recuperar su riqueza", consigna.
Para el estudio global, Oxfam entrevistó a 295 economistas de 79 países, y concluyó que el 87% (entre los que se encuentran Jeffrey Sachs, Jayati Ghosh y Gabriel Zucman) comparten esta visión y prevén que la desigualdad de ingresos "aumente" o "aumente mucho" en sus respectivos países como consecuencia de la pandemia.
El nuevo informe de Oxfam advierte que el "sistema económico fallido permite que una élite súper rica continúe acumulando riqueza en medio de la mayor crisis económica desde la Gran Depresión, mientras miles de millones de personas se enfrentan a grandes dificultades para salir adelante".
El informe también revela cómo la pandemia está "profundizando las históricas desigualdades económicas, raciales y de género".
Señaló que al mismo tiempo la pandemia ha desencadenado la "peor crisis laboral en más de 90 años, y cientos de millones de personas se encuentran subempleadas o sin trabajo".
Alertó que, "de nuevo, las mujeres son las más afectadas. A nivel mundial, las mujeres están sobrerrepresentadas en trabajos mal remunerados y precarios, que han sido los que más se han visto afectados por la crisis de COVID-19".
"Si la presencia de hombres y mujeres en dichos sectores fuese totalmente equitativa, 112 millones de mujeres dejarían de tener un riesgo elevado de perder sus ingresos o empleos. Al mismo tiempo, las mujeres constituyen aproximadamente el 70% de la fuerza laboral a nivel mundial en el ámbito de la salud y la atención social, empleos esenciales pero a menudo mal remunerados, que además las exponen a un mayor riesgo de contraer el virus", indicó.
Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, dijo que el mundo presenció el "mayor aumento de la desigualdad desde que hay registro. La profunda brecha entre ricos y pobres ha demostrado ser tan letal como el propio virus".
"Los modelos económicos fallidos concentran la riqueza en las manos de una élite rica que disfruta de una vida de lujo durante la pandemia mientras los trabajadores y trabajadoras esenciales (las personas que trabajan en el sector de la salud, en tiendas y mercados) tienen dificultades para comprar alimentos y cubrir sus gastos", señaló.
"La desigualdad no es inevitable, sino una mera elección política. Los Gobiernos de todo el mundo deben aprovechar esta oportunidad para construir economías más equitativas e inclusivas que sirvan para proteger el planeta y poner fin a la pobreza", dijo Bucher.