A 20 meses del incendio

La fábrica Plastiandino volvió a funcionar a pleno y reincorporó parte de sus empleados

Plastiandino pudo reponer la totalidad de las máquinas y volvió a contratar a varios empleados que habían pedido el retiro voluntario

Hace un año y ocho meses, la fábrica mendocina Plastiandino, ubicada en San Rafael y dedicada a producir envases flexibles de plástico, fue destruida en casi 85% por un incendio. Este enero, la fábrica volvió a poner en marcha las máquinas que le faltaban para funcionar a pleno y reincorporó a una parte de sus empleados.

Hugo Bianchi, el dueño de la empresa familiar, contó que luego de haber recibido la maquinaria para film de polietileno y para la confección de bolsas para alimento de mascotas, tuvieron que retomar personal.

Así, si bien la fábrica perdió más de la mitad de sus empleados -eran 170 antes del incendio y ahora son 85- el hecho de volver a tomar personal que se había ido es una gran satisfacción para Bianchi, que compartió imágenes de las nuevas maquinarias.

Las máquinas que faltaban para poner en marcha el 100% de Plastiandino

En octubre pasado, cuando Plastiandino comenzó de nuevo a funcionar, aún faltaban dos líneas de producción importantes: una para las bolsas de alimento para mascotas, de boca abierta y cuatro costuras. El otro es el equipo de construcción para la producción del film de polietileno.

El equipo para producir envases de alimento para mascotas ingresó los primeros días de diciembre; y el del filme de polietileno, el sábado 28 de diciembre. En tanto, a partir del 6 de enero comenzarán a trabajar los técnicos y grúas para realizar el montaje.

Por otra parte, Bianchi destacó que por el ingreso de las nuevas líneas de producción reincorporaron empleados que habían adherido al retiro voluntario. Se trata de gente que ya está capacitada para manejar ese tipo de máquinas y además, la relación con Plastiandino quedó en muy buenos términos, por lo que decidieron regresar.

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Una de las nuevas máquinas que ingresó en diciembre a Plastiandino

Una de las nuevas máquinas que ingresó en diciembre a Plastiandino

Las etapas de la recuperación de Plastiandino

En octubre, cuando la fábrica volvió a abrir sus puertas, habían pasado 16 meses del incendio. Bianchi explicó que aunque fue difícil, fue un esfuerzo en conjunto con los trabajadores, su propia familia y la asistencia recibida por parte del Estado.

Para Hugo Bianchi, la fábrica no significa solo su propio esfuerzo, sino el de su padre, ya que este es un emprendimiento familiar que viene desde la generación anterior y pretende seguir siendo -ahora y en el futuro- de sus hijos. Por esto que perder Plastiandino era perder su pasado, y el legado paterno. Entonces le sobraban los motivos para volver a empezar.

Fue una decisión de su familia el hecho de apoyarlo y lograr que el esfuerzo diera sus frutos.