Entrevista

Juan José Retamero: "Los directivos de Fecovita cometieron la mayor estafa en la historia de la vitivinicultura"

El empresario español mantiene desde hace tres años un fuerte conflicto comercial y judicial con Fecovita. En una visita a Mendoza habló con Diario UNO

Juan José Retamero es un empresario joven, de origen español, que hace más de diez años hace negocios en la Argentina. Actualmente, sus inversiones son a través de AISA Group, un holding de origen familiar con presencia en Europa, Canadá, Estados Unidos, Argentina e India. Se dedica a las exportaciones de vino y mosto, minería, pesca, industria cárnica y el sector inmobiliario.

Pero, además, Retamero era administrador de Iberte durante los años 2021 y 2022. Se trata de la firma que mantiene con la Federación de Cooperativas Vitivinícolas (Fecovita) causas penales, civiles y administrativas que incluyen acusaciones de estafa, balances falsos, y la imputación en la Justicia local de directivos y exdirectivos de la entidad.

Retamero insiste en que estas acciones legales buscan una condena para exponer y "recambiar” a la cúpula de la entidad, formada por un grupo de personas que, en su opinión, “mienten y engañan a los productores y a sus cooperativistas”.

En una entrevista con Diario UNO, el empresario adelantó que, de ganar la disputa comercial y las causas penales, los U$S 50 millones que calcula que le debe Fecovita serán reinvertidos en Argentina para el bien común, posiblemente en una empresa fotovoltaica, devolviendo el capital al pueblo.

Esta decisión denota la profundidad de su fastidio y el deseo de que su perjuicio sirva a un propósito mayor, dejando claro que su batalla es contra los directivos de Fecovita, y no contra la Federación, e implica más que un simple desacuerdo comercial. “Esto afectó a mi familia y a mi persona”, se lamenta en un segmento de la larga entrevista.

Retamero es firme y sentencia: “lo que comenzó como un sueño de unión entre capital y producción terminó como la mayor estafa en la historia vitivinícola del mundo".

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Juan José Retamero, empresario español que mantiene un fuerte conflicto comercial y judicial contra el directorio de Fecovita.

Juan José Retamero, empresario español que mantiene un fuerte conflicto comercial y judicial contra el directorio de Fecovita.

El origen del conflicto

Antes de conocer a quien también es el dueño de la mina de oro y plata Gualcamayo (San Juan) -un empresario que no da entrevistas ni permite que se tomen imágenes suyas-, es importante contextualizar brevemente el conflicto con Fecovita.

En febrero de 2021 Fecovita e Iberte se unieron para formar Evisa (Exportadora Vitivinícola Sociedad Anónima).

Iberte tenía un fondo de comercio potente de vino y mosto de origen argentino y contratos de suministro con cadenas de Europa Central y China, así como acuerdos con empresas que comercializaban en USA, Canadá y Turquía. La Federación de Cooperativas contaba con stock de mosto y vino y le era casi imposible hacer exportaciones por los altos costos de los fletes. El objetivo de esta unión comercial era vender productos a Europa del Este y ampliar la comercialización a nuevas fronteras.

Un trato simple: Fecovita ponía la producción de vino y mosto, Iberte el capital de trabajo y Evisa vendía. “Evisa era un sueño. Juntar el capital con la fuerza productora de la mayor cooperativa del mundo”, dirá más adelante Retamero.

En la conformación de la sociedad, Iberte aportó U$S 31,7 millones de capital y Fecovita debía aportar la Bodega Resero, de San Juan, con su playa de camiones, la finca que está en Albardón y 2,5 millones de litros de vino y mosto por mes para exportar, además de otorgar un derecho irrevocable de venta de las acciones de Evisa, que Iberte podría ejecutar en cualquier momento y que obligaría a Fecovita a comprar las acciones de Iberte en Evisa y pagarlas en dólares en el exterior o en pesos en Argentina a valor dólar libre.

Fecovita tenía la mayoría absoluta (51%) y ostentaba la administración única de Evisa, con lo cual todas las decisiones quedaban en Fecovita.

"Sin embargo, en diciembre de 2021, como consecuencia de los incumplimientos, comenzaron los desacuerdos con Fecovita. A esta fecha, la Federación no había hecho escritura traslativa de dominio ni había entregado la posesión real de propiedades a Evisa. Tampoco había suministrado los 2,5 millones de litros ningún mes para que Evisa los exportara en consignación. Es decir, había retirado todo el capital de Evisa, no había entregado la contrapartida en producto (U$S 31,7 millones) y no había entregado los 2,5 millones de litros mensuales", señala.

Fecovita se retiró de la sociedad en mayo del 2022 y ambas partes intentaron recomponer la dura situación en que se había quedado Iberte hasta culminar en el acuerdo final de relaciones de 13 de octubre de 2022, que resultaba ser un cierre definitivo de cuentas entre las tres partes.

Ambos ex socios y Evisa aducen incumplimientos de contratos y se reclaman sumas millonarias. Incluso, hoy la última palabra la tiene el Tribunal Arbitral de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que determinará quién tiene la razón en materia comercial.

Hoy Evisa no tiene movimiento y su único activo es su reclamo contra Fecovita, por la falta de entrega de mercadería pagada y facturada.

Una causa que involucra a 40 proveedores y cuatro litigios judiciales

Cuenta Juan José Retamero que antes de asociarse con Fecovita ya tenían, a través de Iberte, un mercado muy fuerte de vino y mosto en el centro de Europa, Canadá y China.

“Comprábamos y vendíamos vino de muchas partes del mundo. Y tuvimos la oportunidad de crear en el centro de Europa una demanda de vino argentino muy fuerte. El vino argentino llegó a estar posicionado en más de 3.500 vinotecas de República Checa”.

Uno de los primeros contratos fue con Fraccionadora San Juan. “Hicimos un contrato por 25 millones de litros con Fraccionadora San Juan. Le dimos una seña de U$S 500.000 y siempre lo mismo: 'No puedo hacer la vendimia, necesito que me des provisiones, el productor no me trae la uva'. Siempre la misma historia. Recuerdo que aquello me impactó un poco porque yo no venía de esa tradición de anticipar fondos, salvo cuando querías tener un precio muy bueno. En este caso, adelantamos los fondos y luego nos dieron uno o dos contenedores de vino, algo muy testimonial incumpliendo la totalidad del contrato y quedándose con la seña”, rememora Retamero de ese primer conflicto.

En marzo de este año la Cámara Civil de San Juan confirmó la sentencia contra Fraccionadora San Juan y la condenó a pagar U$S 573.674,50 más intereses a la empresa Iberte, por incumplimiento de contrato. Este fallo ratificó la decisión judicial de mayo del 2024 del Tercer Juzgado en lo Civil y Comercial de la provincia vecina, donde se rechazó la apelación presentada por la firma demandada.

Los numerosos contratos con firmas del mundo obligaban a Iberte a buscar proveedores de productos vitivinícolas. Por eso, sus referentes llegaron a un acuerdo -previo a la pandemia- con Bodegas Galán.

Retamero recuerda que la relación con la bodega de San Martín, en Mendoza, empezó bien. Incluso hicieron algunas ferias en China para posicionar el vino en mercados internacionales.

“Cada vez que yo iba por la bodega Galán casi que me trataban como un ser especial, que había salvado a esta empresa y que gracias a nuestra gestión se podían pagar los sueldos de los empleados", repasa. Le contaban, dice, que los empleados llegaron a tener tres o cuatro meses de atraso en el cobro de salarios. "Nosotros pagábamos por anticipado y eso hacía que los flujos corrieran con más eficacia".

"De pronto recibimos un comunicado: debido a la pandemia no nos podían suministrar más vino. Una excusa mala, ya que en la pandemia una de las industrias que se habilitó fue la alimentaria. Nos cortaron el suministro, teníamos varios contratos en vigor con ellos. Hoy en día tenemos un reconocimiento de deuda firmado por el presidente de Bodega Galán que confirma que nos adeudan 8 millones de litros de vino”, cuenta.

“Hoy Bodega Galán tiene embargos preventivos y vino bloqueado como consecuencia de los incumplimientos con Iberte”, afirma el español.

Otro de los conflictos judiciales fuertes es con Jugos Australes, con quien Iberte firmó un acuerdo de suministro de productos.

“Antes de ese contrato tuvimos un suministro constante de vino blanco de Jugos Australes. Debo reconocer que era un vino bueno, que supera a la media estos varietales. Bocardo -el dueño de Jugos Australes- nos sedujo y terminamos firmando un contrato importante. Eran 30.000 toneladas de mosto que luego se ampliaron a 90.000. Pero lamentablemente pasó lo mismo que con las otras, pusimos una cantidad de dinero y no nos entregó la mercancía”.

Desde Iberte señalan que la empresa de Bocardo fue condenada por el Tribunal de Arbitraje General de la Bolsa de Comercio de Mendoza a pagar U$S 14 millones a la firma española, en concepto de laudo arbitral derivado de la disputa comercial por la venta de mosto.

“Bocardo tiene prohibición de salir del país, tiene prohibición de salir de la provincia, tiene que presentar todos los meses su pasaporte en la fiscalía, tiene embargadas todas las cuentas en Estados Unidos, tiene embargada la planta de mosto, las cuentas en Argentina, embargada la Bodega... tiene sumario penal cambiario, penal tributario. Es un desastre”, aporta Retamero.

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Juan José Retamero, en su paso por Mendoza, permitió fotos por primera vez ante la prensa y brindó una larga entrevista a Diario UNO.

Juan José Retamero, en su paso por Mendoza, permitió fotos por primera vez ante la prensa y brindó una larga entrevista a Diario UNO.

Con estos antecedentes es difícil entender cómo llega a asociarse con Fecovita. Sin embargo, la respuesta es muy sencilla: "Teníamos contratos en vigor de vino y mosto origen Argentina y necesitábamos un proveedor fiable que pudiera suministrarnos esos volúmenes semanales".

“Además de esas cuatro bodegas con las que tuvimos problemas, hicimos acuerdos con otras 30 o 40 bodegas más en Argentina. Con todas ellas tuvimos cumplimientos extraordinarios y hoy en día nos siguen buscando para que comercialicemos sus productos. La dificultad era que eran pequeños proveedores que podían suministrar cuatro, siete, doce contenedores de vino y mosto, con lo cual no podíamos cumplir los volúmenes y las cargas que teníamos comprometidas con nuestros clientes. Los contratos con la República Checa eran por más de 30 millones de litros de vino, los contratos de mosto eran de 15, 20, 30.000 toneladas, los contratos en China eran por 15, 20 millones de litros”.

"La relación con Fecovita se mantenía. Hablábamos de vino y cosechas y eran conocedores de los problemas de suministro que estábamos teniendo además de que nos estábamos convirtiendo en una competencia seria para ellos en el mercado de traslados, así que nos ofrecieron una sociedad: La gran estafa".

Fecovita y la sociedad que fracasó

Retamero afirma que cuando llegó a la Argentina en 2015 tenía en claro que no quería asociarse con Fecovita.

-¿Por qué no querían asociarse con Fecovita?

-Porque en el 2015 firmamos un contrato con Fecovita de 5 millones de litros. Ese contrato no lo cumplieron, el motivo evidente es que el precio del vino se había multiplicado y prefirieron no honrar el contrato y poder vender el producto más caro. Les habíamos dado una seña de U$S 50.000, estuvimos unos meses hasta que conseguimos que nos devolvieran la seña y preferimos no entrar en conflicto e intentar priorizar la relación a largo plazo. Lo que sí que quedó patente en ese momento es que no era un proveedor confiable”, sostiene Retamero.

Después de esa experiencia, en 2016 y 2017, plena época de inconvenientes por las trabas a las importaciones, Fecovita vuelve a firmar otro contrato con Iberte.

“Por esa época se importó mucho vino de Chile. Hubo una cosecha muy problemática, por lo que Fecovita firmó un contrato con nosotros apostillado y protocolizado ante notario. Eran 20 o 25 millones de litros que nosotros teníamos que suministrarles desde España. Hicimos movimiento de vino, preparación de etiquetas, tetrabrik, tipos de botellas, una locura. Una interacción brutal entre los equipos porque había que empezar a suministrar 20 millones de botellas. Sin embargo y después de meses de trabajo y a punto de iniciar las cargas, un día se presenta la junta directiva en mi casa a decir que por la situación política estaba muy mal visto que Fecovita importara vino, y que necesitaban y me pedían personalmente cancelar el contrato. Me quería morir, en mi casa, con mi familia, las señoras de ellos allí comiendo. Yo pensaba: 'Esto es surrealista, ¿qué está pasando aquí?’”, cuenta sin dejar de gesticular con sus manos.

"Igualmente, en este caso, decidimos no confrontar y priorizar las relaciones a pesar del daño económico y personal que nos habían hecho”.

El principio del fin: Evisa

El volumen de venta de Iberte en sus mercados internacionales y la necesidad de contar con producto argentino complicaban los cumplimientos de contratos en tiempo y forma. Fecovita -por la cantidad de producción que maneja- se presentaba como la gran oportunidad.

“En el 2021 -recapitula Retamero- nosotros estábamos entre la espada y la pared porque teníamos relación con 40 proveedores pero que no eran capaces de suministrarnos nuestro volumen y era también muy problemático estar negociando con tanta gente. Fecovita nos propuso constituir una sociedad. Años después descubrimos, con la documentación aportada en fiscalía, la forma en que organizaron y llevaron adelante la estafa, engañándonos a nosotros y a los agricultores”.

Afirma Retamero que la mesa directiva de Fecovita engañó a las cooperativas para lograr la sociedad con Iberte y conformar Evisa.

“Mintieron al Consejo, diciéndoles que nosotros íbamos a comprarles todos los años 20, 30 millones de litros de vino y 5.000 o 6.000 toneladas de mosto (esto está escrito en las actas de sindicatura, las actas de consejo) y que todo el capital de la nueva sociedad sería aportado a Fecovita, que lo podría disfrutar como un préstamo a tasa cero. Una cosa lamentable. La junta directiva de Fecovita para asociarse con Iberte necesitaba el consentimiento de los cooperativistas, y para conseguirlo les estafaron. Les engañaron, les mintieron”, se escandaliza.

Iberte aportó U$S 31,7 millones de capital. Fecovita afirma que durante un año entregó vino y mosto directamente a su socia para que los vendiera al exterior. Dicen desde la Federación que las exportaciones no se pudieron hacer a través de la nueva exportadora porque Iberte, la socia, no estaba inscripta en la AFIP dado que tiene domicilio en Eslovaquia.

¿Quién miente?

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Juan José Retamero:

Juan José Retamero: "El dinero que gane en este conflicto lo voy a reinvertir en un parque fotovoltaico".

Según Fecovita, las ventas al exterior sumaron U$S 23 millones mediante contratos de consignación entre abril de 2021 y abril de 2022 referidos a 9.620 toneladas de mosto y 17 millones y medio de litros de vino.

Además, afirman que ambas empresas firmaron un Contrato de Suministro o Abastecimiento por el que Fecovita se comprometió a entregar a Evisa 8.900 toneladas de mosto y 27 millones de litros de vino tinto. Por este contrato, Evisa transfirió a la Federación de Cooperativas $ 3.100 millones. De ese acuerdo, Fecovita admite que cumplió con el 60% de la entrega de vino y el 46% de mosto.

Desde la Federación sostienen que los inconvenientes empezaron al ver que los pagos de los productos entregados a Iberte en consignación no ingresaban como estaba previsto y que la empresa española les vendía a sus propios clientes a menor precio. Tema que abordaremos más adelante.

Cuando Iberte hace su aporte de capital para conformar Evisa, siempre según la versión de Fecovita, la nueva exportadora puso el dinero en función del Contrato de Suministro donde la cooperativa se comprometía a entregar productos de la nueva cosecha: 10 mil toneladas de mosto y 33 millones de litros de vino.

Sin embargo, como ya adelantó Juan José Retamero, Fecovita sólo quiso obtener con su vinculación una capitalización a tasa cero y también un acceso a los mercados para aumentar la producción y la venta de vinos y mosto a granel. Nunca quisieron asociarse.

“Lo que afirman los directivos de Fecovita es una mentira, una afirmación completamente falsa. Es alarmante que esas cosas se digan. Es un descaro”, respondió Retamero ante la consulta de esta versión de Fecovita.

-Pero ustedes firmaron dos contratos: el de consignación y el de suministro o abastecimiento...

-El de consignación nunca tuvo efecto. Nunca. Fecovita hizo un contrato de consignación con Iberte y no exportó un solo litro, ni un solo kilo de mosto a Iberte en consignación, nunca. Iberte gestionaba las ordenes de pedido y Fecovita exportaba y facturaba directamente a las empresas del exterior. Todo esto está documentado. Es importante parar ya tanta mentira. No se puede seguir dando el más mínimo crédito a personas que están imputadas por tres balances falsos. A directivos de Fecovita que están imputados por un delito de estafa a Iberte, imputación además confirmada por tres jueces de la cámara.

Retamero añade: "Los directivos de Fecovita firman un contrato con Iberte (de forma fraudulenta) opuesto a lo que les autoriza la asamblea. Ellos consiguen engañar a los cooperativistas y que se apruebe por unanimidad el acuerdo para constituir la sociedad Evisa. Por un lado, les dicen a los cooperativistas que nuestro aporte de capital era un crédito a tasa cero, así como que Iberte iba a comprar todos los años, a precio de mercado, 20 millones de litros y 5 mil toneladas de mosto ¿A qué empresa en el mundo le dices que le vas a dar un préstamo a tasa cero y que le vas a vender la producción a precio de mercado y no te firma el contrato con los ojos cerrados?".

"Con esta estrategia de engaño descarado -continúa- los directivos de Fecovita consiguieron el consentimiento unánime de las 29 cooperativas. Sin embargo, se dieron la vuelta y con nosotros firmaron la constitución de una sociedad en la que ellos tenían el 51% y nosotros el 49% de las acciones. Ellos ostentaban la mayoría y tenían la administración. Por lo cual nosotros no podíamos hacer nada. Iberte tenía la única obligación de capitalizar la sociedad con U$S 31,7 millones, las obligaciones a las que los directivos de Fecovita obligaron a Fecovita desobedeciendo lo autorizado por el Consejo eran: aportar Resero, cosa que no pasó, no hay escritura traslativa de dominio, ni efectiva posesión por parte de Iberte; entregar 2,5 millones de litros mensuales a Evisa para que esta los exporte en consignación y otorgar un derecho a Iberte irrevocable de venta de las acciones de Evisa en dólares en el exterior o en pesos en Argentina a valor dólar libre".

La Bodega Resero: el aporte de capital de Fecovita

Como ya dijimos, Fecovita, en la conformación de la nueva sociedad con Iberte, se comprometió a entregar inmuebles y maquinarias, que luego fue la Bodega Resero y 2,5 millones de productos (vino y mosto) por mes a Evisa, además de otorgar a Iberte un derecho irrevocable de venta de las acciones de Evisa.

“Ellos tenían que entregar dos millones y medio de litros todos los meses para que Evisa exportara en consignación. Entregar Resero. Y además tenían que conceder, porque si no nosotros no hubiéramos puesto un solo céntimo de peso, un derecho irrevocable de venta de las acciones de Evisa”.

Existe un acta de entrega de posesión rubricada por escribanos con fecha 30 de diciembre de 2021 a nombre de Evisa. Luego, en la Asamblea de disolución de la sociedad realizada en mayo del 2022, esa acta se devuelve a sus dueños originales: Fecovita. Según los directivos de la Federación de Cooperativas, los titulares de Iberte fueron tan dueños como ellos en el manejo de Resero. Incluso aseguran que el ex ministro de la Producción de San Juan, Marcelo Alós, quedó como gerente de Resero para Evisa.

“No sé si estuvo Marcelo Alós, no recuerdo bien. Hoy en día Marcelo Alós trabaja con nosotros. En cualquier caso, el gerente de Evisa también era impuesto por Fecovita. Por favor, no perdamos de vista que Fecovita tenía la mayoría absoluta. Nosotros no podíamos hacer nada. Absolutamente nada. Por eso nos dieron un derecho irrevocable de venta de las acciones”.

-¿Por qué Evisa no podía exportar, si ese era su fin?

-Mientras culminaba la tramitación, Evisa podía funcionar y exportar en formación y en esa condición no tenía ningún tipo de limitación para exportar ¿Por qué no quiso exportar Fecovita a través de Evisa? Esto se demuestra después, cuando nos damos cuenta de que hemos sido estafados, cuando depositan en sede penal las actas de Consejo y sindicatura. Observamos que Fecovita retiró todo el capital de Evisa sin dejar un céntimo y no le entregó la mercancía adeudada. Hicieron dos ventas y entregaron una mercancía. Una venta a Evisa cuando retiraron todo el aporte de capital efectuado por Iberte y no entregaron la mercadería; y otra a las empresas del exterior a las que les exportaron en consignación U$S 21 millones y cobraron 7,6 millones. Las empresas del exterior paralizaron los pagos al incumplir Fecovita todas las obligaciones a su cargo del acuerdo final de fecha 13/10/22. Hasta esta fecha, las empresas del exterior atendían de forma precisa y diligente todos los vencimientos de las exportaciones facturadas.

Como dijimos anteriormente, según Fecovita Evisa no pudo vender al exterior -tal era su fin- porque uno de sus socios no tenía domicilio en el país y no tenía personería jurídica. Afirman que el estudio jurídico que trabaja con Iberte era quién debía hacer el trámite, que nunca hizo.

"El estudio Tavarone fue pagado por ambas partes y trabajó de común acuerdo en la constitución de la sociedad y en los memorándums de entendimiento. Es vergonzoso escuchar tantas mentiras. La sociedad podía exportar en formación y no precisaba ninguna inscripción de Iberte (la inscripción se produjo alrededor del mes de diciembre de 2021). La decisión de no exportar a través de Evisa fue exclusiva de las autoridades de Fecovita, que ostentaban la mayoría absoluta y que tenían a su cargo la administración. Pero recordemos, no solo no exportaron a través de Evisa, sino que además no le entregaron los 2,5 millones de litros de vino mensuales, retiraron el capital (U$S 31,7 millones) y tampoco le entregaron el equivalente en mercancía del capital retirado. Una auténtica vergüenza. Un auténtico atropello", recalca el entrevistado.

Luego abunda: "Nunca quisieron asociarse; sólo engañar para tomar el dinero y salir con más mentiras. Una estafa perfectamente urdida. Un engaño digno de auténticos estafadores. Dejaron a Evisa vacía, sin capital, sin Resero y sin los 2,5 millones de litros mensuales. Vaciaron la empresa y nos dijeron que se iban".

Afirma el español que las empresas del exterior dejaron de pagar cuando se incumplió el Acuerdo Final del 31 de octubre del 2022.

“Fecovita exportó U$S 21 millones en consignación a empresas del exterior (Incluso a clientes suyos, Surunite y Nine Cost, gestionando e informando de contratos, facturación, precios y hasta cobros con estos clientes) y cobró 7,6 millones. Hasta el 13 de octubre del 2022 (fecha en la que se firma el acuerdo final) las divisas se fueron liquidando en tiempo y forma, conforme a vencimientos. Cuando Fecovita incumple el acuerdo final en toda su extensión es cuando las empresas del exterior dejaron de ingresar divisas", enumera Retamero.

“Esta es la crónica de una gran estafa. Yo te diría que es la mayor estafa de la historia de la vitivinicultura en el mundo. No hay una sola factura de Fecovita a Iberte", define.

Las 13 causas judiciales: estafas, balances falsos y contrabando

Entre las acusaciones cruzadas de Iberte y Fecovita hay 13 denuncias y en la de estafa están imputados ex directivos y la actual cúpula de Fecovita. Luego hay otra causa por balances falsos. Y dos pedidos de quiebra a la Federación de Cooperativas, que fue apelada por Iberte ante la negativa de la jueza que entiende en el caso.

En San Juan, la Aduana inició una causa contra Evisa en noviembre del 2024. Por este expediente fue allanado el domicilio del ex titular del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Guillermo García, actual presidente de Evisa.

“Me parece que se excedió la fiscalía o el juzgado en dictar un allanamiento porque no era necesario. Porque nos hubiesen pedido la documentación y se la hubiésemos entregado en menos de 24 horas. Nuestras empresas están auditadas por auditoras Big 4, por lo cual está toda la documentación impecablemente en regla, siempre, sin excepción. Nosotros quedamos muy sorprendidos porque Evisa no ha tenido otra actividad de exportación más que vender 5.000 toneladas de mosto. Entonces cuando nos enteramos de esa causa preparamos una carpeta con información completa de cuándo se hicieron las exportaciones, cómo se hicieron, de los contratos, liquidación de divisas, precios de transferencia, absolutamente de todo detallado, informes técnicos etcétera. Cuando nos llamaron de la causa, después del allanamiento, pasaron seis meses y hace pocos días nos habían citado a una audiencia y tres días antes la suspendieron por falta de acción”, analiza Retamero.

El Tribunal Arbitral y los 50 millones para reinversiones en Argentina

El Tribunal Arbitral de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires tendrá la última palabra y será inapelable su decisión en materia comercial en el conflicto entre Iberte y Fecovita.

Sin embargo, se adelantó que las causas penales contra los directivos de Fecovita no se abandonarán, ya que consideran que necesitan una condena porque se trata de un grupo de personas que engañan a los productores y necesitan un recambio.

Retamero calcula que son U$S 50 millones lo que debe la Federación de Cooperativas a Iberte. De obtener un fallo favorable ya adelantó que lo reinvertirá en bien común. “Evisa era un sueño, era la oportunidad para la vitivinicultura argentina de salir del tetra, de irse al vino de valor. Se juntaba el capital con la fuerza productora. Era para que dentro de cinco o diez años Evisa hubiese tenido un fondo de comercio con ventas estables, botellas y posicionamiento de vinos de tres, cuatro, cinco o diez dólares por botella”.

“Hemos renunciado al cobro de lo que mañana podamos obtener sobre Fecovita y el resto de causas abiertas. El 100% lo vamos a invertir, seguramente será en una empresa fotovoltaica. Y todo el capital y lo que genere será devuelto al pueblo argentino. Se destinará íntegramente a obra social en Argentina", adelanta.

Ya en el final de la entrevista, Juan José Retamero calcula que recién para el segundo semestre del año que viene podría haber sentencia del Tribunal Arbitral.

“La sentencia tiene de bueno que es inapelable, no admite recursos, el laudo será definitivo. Me inclino a pensar que puede haber sentencia en el 2026”.