En base al informe del BCRA

Atribuyen la morosidad más alta en 15 años a que las tasas de interés no cedieron como la inflación

Préstamos y tarjetas explican la morosidad récord de familias. El consumo corriente financiado y los sueldos desactualizados, entre los factores

Por UNO

Con 7,3%, la morosidad de los hogares tocó su récord en 15 años según el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Para los expertos, debido a ingresos/sueldos que no se recuperan frente a la inflación y las altas tasas de interés.

El informe sobre Bancos del BCRA mostró que el nivel de falta de pago entre las familias creció desde el 6,6% al 7,3%, su pico desde que la autoridad monetaria comenzó registrarla en enero de 2010.

Según el economista Christian Buteler la situación se explica principalmente a la incapacidad de los salarios para ajustarse a la inflación. Y las elevadas tasas de interés que no disminuyeron a pesar de la desaceleración de los precios.

Buteler enfatizó que la problemática “afecta a la capacidad de pago de las familias, convirtiendo los créditos en una carga insostenible”.

Préstamos y tarjetas de crédito, lo que empuja la morosidad

El récord se da al cabo de 11 meses consecutivos de suba de morosidad, de acuerdo al BCRA. Y se apoya tanto en préstamos personales como en el uso de tarjetas de crédito.

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Las tarjetas de crédito, un factor clave en la problemática. 

Las tarjetas de crédito, un factor clave en la problemática.

En el caso de los préstamos, el porcentaje de saldos impagos trepó desde el 8,2% al 9,1% entre las familias. Mientras que en tarjetas de crédito hubo un alza desde el 6,7% al 7,4%, por el mayor uso de los plásticos para financiar consumo corriente.

Justamente, a criterio de Buteler ese es el problema: que más allá del financiameinto de bienes durables, las familias recurran a endeudarse para subsistir ante la falta de ingresos suficientes.

Tasas altas y salarios exigüos, factores de morosidad

Buteler detalló que la escalada en la morosidad se gestó en un escenario donde las tasas de interés de créditos personales se mantuvieron en niveles excesivamente altos, incluso cuando la inflación mostraba una tendencia a la baja.

"Nunca las tasas de los créditos acompañaron la baja de inflación", afirmó el economista.

Puso como ejemplo que a principios de este año, con una inflación "desacelerando fuertemente", las tasas de costo financiero total se ubicaban "entre el 140% y 150%", mientras los salarios se actualizaban entre "20%, 25% anual".

Esta disparidad, según Buteler, inevitablemente "termina teniendo su impacto en la morosidad" y en la capacidad de las personas para cumplir con sus obligaciones financieras. Y que los bancos tampoco hicieron excepciones con clientes antigüos.