Sarah Jessica Parker fue acusada de quedarse con joyas prestadas valoradas en 120.000 euros.

¿La Moria Casán neoyorkina?

Por UNO

Sarah Jessica Parker mantiene un largo litigio con la joyería Kat Florence Design de quien era imagen. La piezas están en su poder desde hace más de dos años. Esto hace recordar al caso de Moria Casán en el que la vedette cayó presa en Paraguay por no haber devuelto unas joyas que usó para un evento.

De acuerdo con el testimonio de la joyería, las partes habían acordado que el préstamo sería por un periodo de dos meses, pero que hasta el día de hoy (casi dos años y medio después) todavía no las ha devuelto. Entre las piezas prestadas a la artista se encuentran unos pendientes por un valor cercano a los 34.000 euros y un anillo de 22.467 euros.

El abogado de Kat Florence Design ha anunciado que tienen previsto reunirse este viernes con un mediador en un esfuerzo por resolver el caso. Como compensación, la compañía pide la suma cercana a 124.000 euros. "Creemos que como la señora Parker ha guardado las joyas desde 2016, debería pagarnos por ellas", afirma el letrado.

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Sin embargo, la abogada de la actriz, Ira Schreck, ha declarado que las acusaciones son totalmente falsas: "SJP (Sarah Jessica Parker) estaba bajo contrato con Kat Florence y se le pidió que se quedara con las joyas para poder usarlas en alfombras rojas y otros eventos cuando fuera apropiado. Sarah Jessica Parker es una persona tan honesta y confiable como cualquiera que haya conocido. Ella nunca se aferró ni se aferraría a nada que le perteneciese a otra persona. De hecho, ella ha querido devolver las piezas desde que Kat Florence dejó de pagarle, pero la compañía no parecía muy interesada en recuperarlas".

Esta no es la primera disputa legal entre Kat Florence y la actriz. En abril de este año la joyería presentó una demanda en la que asegura que Parker firmó un acuerdo de promoción de 6,2 millones de euros en octubre de 2015, pero que la actriz no cumplió con sus compromisos. Parker presentó una contrademanda en julio alegando que cumplió con su contrato, pero que la compañía nunca le pagó el dinero correspondiente.

De acuerdo a la versión de Kat Florence Design, se le pagó a la artista casi la mitad del monto establecido (3,1 millones de euros), pero que congeló el resto por incumplimiento de contrato. La contraparte asegura que solo se le dio poco más de un millón de euros y que cuando reclamó el resto le dijeron que "la falta de pago se debió a la incorporación de nuevos inversores que ordenaron a la empresa suspender los pagos".

A su vez, la actriz ha añadido que la empresa empezó a insistir en que realizara servicios adicionales a los acordados y que por ello decidió terminar la relación con la empresa, pero que sin embargo la joyería decidió en respuesta correr "al juzgado en un esfuerzo por pintarse a sí mismo como los perjudicados".

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