Hace 20 años, cuando Tian Yanhu llegó como recién graduado para ocupar un puesto en la Base Industrial de Energía y Química de Ningdong en la Región Autónoma Hui de Ningxia, se sintió perdido.

“Todo se veía muy inhóspito”, expresó Tian, de 40 años, quien ahora se desempeña como director de la oficina de desarrollo económico del comité de gestión de la base. “No había calles ni señales a primera vista y no sabíamos a dónde ir. Pero pronto dominamos la situación, cuando nos dimos cuenta de que el camino para el desarrollo estaba sin dudas señalado para nosotros”.

Ningdong es un importante centro industrial de carbón y de productos químicos elaborados a partir del carbón y un sitio de generación de energía que explota grandes depósitos regionales. Ahora apuesta por sus ventajas naturales, su experiencia en la industria, la infraestructura sólida y los conocimientos técnicos a fin de tomar la iniciativa en la transición baja en carbono de China hacia la energía verde para el desarrollo sostenible.

En septiembre de 2020, el presidente chino, Xi Jinping, anunció a través de un enlace de video durante el Debate General de la 75ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas que China tenía como objetivo llegar el pico de emisiones de CO2 antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono antes de 2060.

En octubre pasado, el Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado publicaron conjuntamente un documento que incluyó directrices para alcanzar las metas verdes, con objetivos y medidas específicos. El país se propone aumentar gradualmente su participación en el consumo de energía no fósil a aproximadamente el 20 % para 2025, 25 % para 2030 y más del 80 % para 2060.

El énfasis se centra en adoptar una economía circular, limpia y baja en carbono, aumentando la eficiencia energética, elevando la proporción del consumo de energía no fósil y reduciendo las emisiones de dióxido de carbono a través de la ciencia, la tecnología y la innovación. Las directrices establecen un firme compromiso con un camino de desarrollo verde, bajo en carbono y de alta calidad que prioriza la civilización ecológica.

Desde hace tiempo, Ningdong es considerada una zona de desarrollo nacional clave, con su base de producción de combustible a gran escala que incluye carbón, productos químicos y otros recursos esenciales en el área de la cuenca del río Amarillo en el norte de China, lo que alimenta las crecientes necesidades energéticas del país.

Al final del período del XIII Plan Quinquenal (2016-2020), Ningdong, que abarca 3.500 kilómetros cuadrados, logró un PBI regional de 48.000 millones de yuanes (u$s 7.550 millones), con una tasa de crecimiento anual compuesta promedio del 9,5 %.

En los últimos años, Ningdong ha mejorado sus capacidades de licuefacción de carbón para procesar carbón sólido en combustible líquido, con el fin de satisfacer mejor la demanda de energía mediante el aumento de la eficiencia de las reservas regionales de combustibles fósiles. El sitio se ha convertido en la instalación de fabricación de materiales sintéticos a base de carbón y licuefacción de carbón más grande de su tipo en el país, con una capacidad de producción de 4 millones de toneladas métricas para 2020.

Dado que se espera que el consumo de carbón alcance su pico pronto, la región está aprovechando cada vez más sus puntos fuertes en la energía solar, la eólica y la derivada del hidrógeno, así como otros sectores ecológicos.

En 2025, la capacidad de generación de energía eólica y solar superará los 50 millones de kilovatios, lo que representará más del 55 % de la capacidad instalada local. Además, la producción de energía de las dos fuentes renovables alcanzará los 80.000 millones de kilovatios y constituirá más del 30 % de la combinación energética total, según afirman las autoridades regionales.

Tao Shaohua, director del comité de gestión de la base de Ningdong, indicó que la transición ecológica del área implica el uso de sus recursos energéticos naturales de manera más eficiente y sostenible. También se basará en sus capacidades de producción de combustible para aprovechar los últimos desarrollos de la industria, en coincidencia con las prioridades ambientales, como la protección de los recursos hídricos esenciales del río Amarillo, que atraviesa la región.

“Siempre nos hemos adherido al desarrollo estable a largo plazo, formando firmemente nuestras aptitudes y experiencia en la industria a través de grandes proyectos e inversiones”, sostuvo Tao.

El hidrógeno, visto como una alternativa de combustible fósil que puede ser almacenado de manera más eficiente que la energía solar o eólica, ocupa un lugar destacado en el impulso de energía limpia de Ningdong. Su producción de hidrógeno verde, que implica el uso de agua y recursos solares y eólicos en un proceso de electrólisis, alcanzará más de 300.000 toneladas en 2025, reduciendo el uso de carbón estándar en al menos 3,6 millones de toneladas y reduciendo 7 millones de toneladas de emisiones de CO2, según las cifras de la base de Ningdong.

Los planes de infraestructura de hidrógeno incluyen al menos 10 estaciones de servicio principales y 30 kilómetros de tuberías de transmisión y distribución en áreas centrales y el uso de más de 500 vehículos con combustible de hidrógeno.

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