Kreckler, quien asumió el cargo en julio y estuvo en Shanghai para la tercera Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), afirmó que China es un socio estratégico de la Argentina. El país latinoamericano es un exportador confiable de alimentos a China y está dispuesto a explorar nuevos nichos de mercado para aumentar sus exportaciones al exigente mercado chino. “En ese sentido, vemos con mucha expectativa la apertura de nuevos mercados de acceso a productos agrícolas no tradicionales”, señaló.
El país asiático superó a Brasil para convertirse en abril en el mayor socio comercial de la Argentina. Según la Administración General de Aduanas de China, el volumen comercial entre los dos países aumentó 1 % anual a 70,05 mil millones de yuanes (u$s 10,56 mil millones) durante los primeros nueve meses de este año, con un aumento de las importaciones chinas desde la Argentina del 10,7 %.
A pesar de las limitaciones para viajar causadas por la pandemia de COVID-19, los empresarios argentinos tomaron la iniciativa de ir a China, incluso con los requisitos de cuarentena, comentó Kreckler. Esto refleja la importancia de la CIIE, agregó. “También queremos convertirnos en un destino atractivo para las inversiones chinas, especialmente en infraestructura y nuevas tecnologías para mejorar las capacidades de nuestras empresas”, señaló.
Según Kreckler, los Gobiernos de ambos países están negociando proyectos estratégicos en la Argentina, con financiamiento chino, que fortalecerán la presencia china en el país. “Creo que la Argentina tiene muchas áreas en las que las empresas chinas están ansiosas por explorar oportunidades, incluida la minería, la producción de energía, la infraestructura de transporte (ferrocarriles, puertos) y la vivienda social”, sostuvo. “Necesitamos trabajar mucho para encontrar intereses mutuos y avanzar en nuevos proyectos, además de los que ya se están llevando a cabo”.
Luego de llegar a China en julio, Kreckler afirmó que estaba sorprendido de lo bien que el país ha frenado el coronavirus, permitiendo actualmente que las personas trabajen normalmente. En aquel momento, pasó 14 días en cuarentena en Beijing.
La cooperación de la Argentina con China en la lucha contra la pandemia no ha tenido precedentes, señaló Kreckler. “Hemos enviado a China más de 36 vuelos especiales desde la Argentina para recoger insumos médicos a fin de fortalecer las capacidades de nuestros hospitales para combatir el virus”, sostuvo. “Desde septiembre, se vienen realizando pruebas clínicas de la vacuna china contra COVID-19 en la Argentina. Este intenso nivel de cooperación en tiempos difíciles ha reforzado nuestra amistad y nuestra Asociación Estratégica Integral”.
Kreckler también comentó que la Argentina pronto anunciará su participación en la Iniciativa de la Franja y la Ruta propuesta por China, el proyecto distintivo del país asiático para promover el comercio y la prosperidad globales. No hay duda de que se trata de una de las iniciativas más importantes del mundo, que ofrece enormes oportunidades de infraestructura en las áreas de transporte, energía, telecomunicaciones y finanzas, señaló. “Es decir, brinda un amplio abanico de oportunidades de cooperación en áreas donde los países latinoamericanos, entre ellos la Argentina, necesitan desarrollarse sin demora”, sostuvo. “Es en este marco que mi país desea sumarse formalmente a la iniciativa”.
Los logros de China en el alivio de la pobreza en las últimas décadas también han impresionado al embajador, quien recientemente asistió a un seminario sobre la erradicación de la pobreza en la provincia de Fujian, en el este de China, y vio los grandes logros alcanzados allí para lograr este objetivo. Estos esfuerzos forman parte del sueño chino, señaló Kreckler.
Desde que China comenzó a reformar y abrir su economía en 1978, más de 850 millones de personas han salido de la pobreza, según el Banco Mundial. Esta cifra representa alrededor del 70 % de los avances logrados por el mundo en la reducción de la pobreza durante ese período.
Kreckler afirmó que ha observado que las condiciones de vida de las personas en Fujian, Guizhou y otras provincias han mejorado significativamente. En Guizhou, el número de personas afectadas por la pobreza se ha reducido de 9,2 millones en 2012 a 308.000 en 2019, con un promedio anual de más de 1 millón de personas que salen de la pobreza. Este logro coloca a la provincia en la cima de la clasificación de reducción de la pobreza en China, indicó Kreckler. “China está comprometida con la eliminación de la pobreza entre su gente y la Argentina comparte el mismo deseo. Entiendo que las experiencias chinas de reducción de la pobreza pueden ser útiles en áreas similares de mi país. La cooperación en esta área es crucial”. Para ello, se deben continuar los esfuerzos a nivel nacional y subnacional entre los dos países, sostuvo.