“Nunca había estado lejos de mi aldea, así que pensé que todo el mundo usaba puentes de poleas para cruzar ríos”, contó a los medios en julio.
Las imágenes que se vieron a nivel nacional de ella cruzando el río impulsaron la acción para construir un puente sobre el Nujiang, y cuando se completó al año siguiente, Yu fue elegida como la primera persona en cruzarlo.
La historia de Yu resume el rápido progreso que se ha logrado en China en la mejora de la infraestructura y en sacar a la gente de la pobreza, especialmente en las regiones remotas del país. Hace 20 años, Fugong era uno de los lugares más humildes del país, con más de la mitad de la población bajo el umbral de la pobreza. Yunnan tenía el mayor número de condados afectados por la pobreza en el país, con un total de 88.
En la actualidad, las aldeas están conectadas por rutas pavimentadas y los puentes se extienden sobre los ríos, lo que ha mejorado no solo el transporte, el comercio y la movilidad de las personas, sino también el acceso a la educación, la atención médica, el mercado laboral y los bienes y servicios cotidianos.
Desde la fundación de la República Popular China en 1949, la lucha contra la pobreza ha sido una prioridad máxima para el Partido Comunista de China (PCCh). Tras su XVIII Congreso Nacional, que se celebró en 2012, el PCCh redobló sus esfuerzos para eliminar la pobreza en las zonas rurales y se marcó el objetivo de erradicarla antes del centenario del Partido en 2021.
Un aspecto clave de esta campaña ha sido la mejora de la conectividad rural.
En 2016, todos los sistemas de poleas y cuerdas de acero en la prefectura de Nujiang habían sido reemplazados por puentes modernos. Hoy estos puentes a lo largo del río Nujiang, en lugar de ser simplemente canales de transporte, también se han convertido en atracciones turísticas.
Desde 2012, China ha construido o reconstruido más de 2,53 millones de kilómetros de carreteras en zonas rurales y ha pavimentado calzadas en 1040 pueblos y 105.000 aldeas, según cifras oficiales.
Más de 50.000 aldeas también han sido conectadas mediante servicios de autobuses de pasajeros.
Casi 100 millones de personas en zonas rurales escaparon de la miseria entre 2012 y 2021, poniendo fin a la pobreza en la parte continental de China. Este logro es aún más notable dada la tendencia mundial al aumento de la privación económica.
El Banco Mundial afirmó que 712 millones de personas en todo el planeta vivían en la pobreza extrema en 2022, 23 millones más que en 2019.
La pandemia obstaculizó significativamente los esfuerzos globales de reducción de la pobreza, lo que provocó tres años de retrocesos, entre 2020 y 2022, que afectaron en particular a los países de bajos ingresos.
La determinación de China de poner fin a la pobreza interna en el plazo previsto, incluso cuando la pandemia causó pérdidas de empleos y exacerbó la pobreza en todo el mundo, recibió elogios internacionales.
El 25 de febrero de 2021, en una conferencia en Beijing, el presidente Xi Jinping anunció que China había logrado una victoria completa sobre la pobreza absoluta, con un total de 98,99 millones de personas en zonas rurales que habían salido de esa condición.
“China ha completado la tarea de erradicar la pobreza absoluta, lo que es verdaderamente un milagro de la sociedad humana”, señaló Zhang Jun, entonces representante permanente de China ante la ONU, en 2021.
El logro del país en la eliminación de la pobreza fue una importante contribución a los derechos humanos globales, sostuvo.
En los últimos años, China se ha comprometido a mantener el progreso y prevenir las recaídas en la pobreza, lo que demuestra la dedicación inquebrantable del país a mejorar la situación de su población rural.
El número de chinos que escaparon de la pobreza en los últimos 40 años representa más del 70 % de las personas empobrecidas del mundo durante ese período, según el umbral de pobreza establecido por el Banco Mundial.