desarrollo de alta calidad

Estrategia destacada

El XIV Plan Quinquenal de China tuvo un profundo impacto no solo en el propio país, sino también más allá de sus fronteras

Por UNO

En medio de una era marcada por tensiones geopolíticas, guerras comerciales y una reconfiguración del orden internacional, el XIV Plan Quinquenal (2021-2025) de China no solo reafirmó la dirección estratégica del país, sino que también redefinió su papel en el mundo. El plan, centrado en el desarrollo de alta calidad, la autosuficiencia tecnológica, la apertura internacional y la sostenibilidad ecológica, tuvo un impacto tangible más allá de las fronteras chinas. En particular, los logros en cooperación internacional y desarrollo verde están transformando la dinámica del Sur Global y aportando estabilidad a un sistema mundial tenso.

Durante este período, China llevó adelante una amplia cooperación con países y entidades extranjeras en áreas que van desde la infraestructura y la energía hasta la salud y la economía digital. Según la Administración General de Aduanas, el país se convirtió en uno de los tres principales socios comerciales de 157 países y regiones del mundo. Esta red de asociaciones permitió a naciones de África, América Latina, el Sudeste Asiático y Asia Central acceder a financiamiento, tecnología y fortalecimiento de capacidades que de otro modo habrían sido casi inalcanzables.

En cuanto al impacto de esta política de cooperación internacional en el Sur Global, destacan tres hitos principales.

En primer lugar, la infraestructura. Con proyectos emblemáticos como los ferrocarriles en Kenia, los puertos en Pakistán y las redes 5G en América Latina, estas obras no solo mejoran la conectividad, sino que también incrementan la capacidad productiva local y generan empleo, actuando como palanca del desarrollo.

En segundo lugar, la transferencia tecnológica. China exporta no solo productos, sino también conocimiento. A través de centros de formación, institutos conjuntos de investigación y plataformas de transferencia tecnológica, el país contribuyó a fortalecer las capacidades locales. Se informa que China estableció más de 70 laboratorios conjuntos de la Franja y la Ruta con casi 50 países y creó 10 plataformas internacionales de transferencia tecnológica que dan servicio a regiones como el Sudeste Asiático, África y América Latina.

En tercer lugar, una alternativa geopolítica. En un mundo donde las potencias tradicionales imponen condiciones políticas o financieras a la ayuda, China ofreció acuerdos más prácticos para promover resultados de beneficio mutuo. Esto les dio a muchas naciones del Sur Global un mayor margen de maniobra.

La diversificación de las asociaciones económicas y estratégicas en el Sur Global, con China como socio fundamental, ayudó a amortiguar el impacto de sanciones, bloqueos o exclusión de los sistemas financieros dominados por Occidente. Este cambio hacia la multipolaridad contribuye a contener conflictos y permite una redistribución del poder económico mundial, lo que puede reducir tensiones estructurales a largo plazo y mejorar la estabilidad en el contexto geopolítico global.

El desarrollo verde fue otro componente central del XIV Plan Quinquenal. China definió su transición hacia una economía baja en carbono como una prioridad nacional, comprometiéndose a alcanzar el pico de emisiones de dióxido de carbono antes de 2030 y la neutralidad de carbono antes de 2060. Este compromiso no fue simbólico y se respaldó con enormes inversiones en energías limpias, reforestación, electrificación del transporte y regulaciones ambientales más estrictas.

Entre los logros concretos del período 2021-2025 destaca el liderazgo de China en energías renovables. El país consolidó su posición como el mayor productor e instalador mundial de paneles solares y turbinas eólicas. De hecho, la mayoría de la nueva capacidad solar global entre 2021 y 2025 se instaló en China: más de 54% de la capacidad añadida a nivel mundial en 2024 y 67% en el primer semestre de 2025. Del mismo modo, lideró el mercado de vehículos eléctricos, representando más de 50% de las ventas globales. Esto no solo reduce su dependencia del petróleo importado, sino que también establece un modelo para otros países del Sur Global que buscan saltar directamente hacia tecnologías limpias. Además, mediante bonos verdes y fondos de inversión sostenible, China movilizó capital para proyectos ecológicos, tanto en el país como en el extranjero.

China también comenzó a exportar su capacidad verde al Sur Global, desde paneles solares de bajo costo hasta inversiones directas en parques eólicos en América Latina y África. Al reducir el costo de entrada a la transición energética, China se convirtió en un socio clave para que otros países del Sur Global alcancen sus propias metas climáticas sin sacrificar su crecimiento económico.

Mientras el mundo atraviesa un período de incertidumbre y polarización, los logros de China en este quinquenio no solo consolidaron su poder nacional, sino que también ofrecieron un contrapeso que contribuye al equilibrio del sistema global. En un entorno cada vez más multipolar, este equilibrio es más necesario que nunca.

El autor es economista y asesor de la Fundación Cátedra China (España) y escritor del libro “Por qué China está ganando”. Esta es una versión traducida y abreviada de un artículo publicado en China Daily. Las opiniones no reflejan necesariamente las de China Daily.

POR PEDRO BARRAGÁN

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