Crecimiento

El camino hacia el progreso

La modernización china se considera un nuevo modelo para el desarrollo global

Mientras China procura seguir avanzando en su modernización, la atención internacional está puesta en cómo la nación cumplirá su ambición de convertirse en un país socialista moderno a mediados de este siglo y cómo ese proceso afectará al resto del mundo.

El Partido Comunista de China (PCCh) planteó la tarea central de promover la revitalización nacional a través de un camino chino hacia la modernización en su XX Congreso Nacional en octubre.

El Partido considera que la modernización china no se relaciona únicamente con el logro de riqueza material o un mayor nivel de eficiencia que aquel que ofrece el sistema capitalista. Más bien, se trata de mantener efectivamente un mayor grado de equidad social, ofreciendo una vida próspera y digna a 1.400 millones de personas y promoviendo la armonía entre la humanidad y la naturaleza.

Más importante aún, el PCCh prometió que la modernización china allanará el camino para el desarrollo pacífico y que el país no logrará la modernización a través de la colonización o la invasión. Tampoco buscará la hegemonía ni la expansión.

En un mensaje de felicitación enviado al Foro Lanting sobre la Modernización China y el Mundo, celebrado en Shanghai el 21 de abril, el presidente Xi Jinping aseguró que China brindará nuevas oportunidades para el desarrollo del mundo con los nuevos logros de la modernización china. También dará un nuevo impulso a la búsqueda de la humanidad de caminos hacia la modernización y de mejores sistemas sociales.

Los comentarios de Xi fueron compartidos por líderes políticos, ejecutivos de negocios e investigadores de laboratorios de ideas de casi 80 países que participaron en el foro. Señalaron que la modernización de China no solo es importante para el bienestar del pueblo chino, sino que también crea un nuevo modelo para el avance humano.

Dilma Rousseff, presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, el banco multilateral establecido por los países BRICS, sostuvo: “Como expresidenta de Brasil, soy plenamente consciente de lo que pueden significar diferentes patrones de modernización para los pueblos del Sur Global. A lo largo de los siglos, se impuso una falsa modernización en nosotros, que inicialmente tomó la forma del colonialismo, con sus matanzas de la población indígena, la esclavitud y el extractivismo depredador”. En los últimos años, continuó, el neoliberalismo financiero implicó un proceso brutal de concentración de la renta y la riqueza en manos de unos pocos, y una vez más, millones de personas quedaron atrás.

El impulso de modernización que promueve China ofrece una nueva opción y demuestra que otro mundo es necesario y posible. Esto es fundamental en este momento de mayor fragmentación causada por el cambio climático, la intensificación de los conflictos geopolíticos, la interrupción de las cadenas de producción y un movimiento de desglobalización”, sostuvo.

“El gran efecto de esta modernización para los países del Sur Global radica en la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad. Y este compromiso asumido por China podría ayudar a cerrar la brecha entre el Norte y el Sur y ayudar a crear un orden internacional multipolar más inclusivo”, agregó.

La modernización de China ha sido un viaje de adversidades y perseverancia. En los tiempos modernos, innumerables patriotas chinos han buscado en Occidente una fórmula de modernización para salvar a la nación, pero todas las fórmulas fracasaron.

Bajo el liderazgo del PCCh, China ha encontrado un camino hacia la modernización a través de sus propios esfuerzos. En los últimos 100 años aproximadamente, la nación ha pasado de estar empobrecida y atrasada a ser la segunda economía más importante del mundo, el principal comerciante de bienes, el mayor poseedor de reservas de divisas y el mayor fabricante. China puso en marcha los sistemas de educación obligatoria, seguridad social y sanidad más grandes del mundo, logrando en solo unas pocas décadas la industrialización que los países desarrollados tardaron varios siglos en realizar.

Durante los más de 40 años desde que se inició la reforma y la apertura, el Gobierno chino sacó de la pobreza a más de 800 millones de personas y aumentó la población del grupo de ingresos medios a más de 400 millones.

China es ahora el principal socio comercial de más de 140 países y regiones. Cada día, coloca U$S320 millones de inversión directa en todo el mundo, mientras atrae a más de 3.000 empresas extranjeras cada mes, según muestran los datos del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Los inversores extranjeros no pueden darse el lujo de ignorar las inmensas perspectivas comerciales creadas por el vasto mercado chino que cuenta con un grupo de ingresos medios en rápido crecimiento. Debido a la incertidumbre provocada por la creciente competencia geopolítica entre los principales países, algunos observadores pueden mostrarse escépticos sobre el proceso de modernización de China, pero otros consideran que tiene un enorme potencial.

Martin Jacques, ex alto miembro del Departamento de Política y Estudios Internacionales de la Universidad de Cambridge, dijo que cuando se trata de la naturaleza de la modernización, la gente siempre piensa en ella principalmente en términos tecnológicos y económicos. “Obviamente es importante, pero es demasiado limitado, porque lo fundamental para la modernización occidental fue la división del mundo, pero lo fundamental para la modernización china son solo las oportunidades para el mundo, en particular para el mundo en desarrollo, para que crezca y se modernice”, sostuvo.

Essam Sharaf, ex primer ministro egipcio y alto miembro no residente del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China, dijo que ve cuatro pilares clave en la modernización de China: cooperación, armonía, paz y desarrollo.

Señaló que al adoptar estos pilares, China hace llegar los beneficios de su modernización al mundo a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa de la Civilización Global, que se consideran bienes públicos ofrecidos por la nación a la comunidad internacional.

Mamadou Tangara, ministro de Relaciones Exteriores de Gambia, indicó que la modernización de China “aborda, de manera resuelta, los déficits globales de desarrollo, paz, gobernanza y confianza”. El rápido crecimiento económico y la estabilidad social a largo plazo de China se consideran un milagro en la historia del desarrollo humano, sostuvo. La nación promueve el alivio de la pobreza, la prosperidad común, la conservación ecológica y la democracia centrada en las personas, así como el Estado de derecho.

“China ha inspirado a muchos países en desarrollo a buscar su propia fórmula para reducir la pobreza y promover su desarrollo económico y prosperidad respectivos”, concluyó.

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