Y a pesar de las afirmaciones occidentales sobre préstamos chinos abusivos, solo entre el 10 y el 20 % de la deuda externa de Sri Lanka se debe a China, afirmó Samarajiva, y señaló que la mayor parte “se debe a Estados Unidos y a instituciones financieras europeas o a aliados occidentales como Japón”.
Ehizuelen Michael Mitchell Omoruyi, director ejecutivo del Centro de Estudios Nigerianos del Instituto de Estudios Africanos de la Universidad Normal de Zhejiang, indicó que en África en las últimas décadas China ha celebrado muchos compromisos para cancelar las deudas de los países prestatarios.
El mes pasado, el país asiático anunció que renunciará a 23 préstamos sin intereses para 17 países africanos que habían vencido a fines del año pasado.
“Para los países que no han podido pagar sus deudas a tiempo, China ofreció una variedad de opciones de reestructuración de la deuda para ayudar a los países africanos a superar sus dificultades, en lugar de utilizar la incautación de activos y otros medios para exigir a los prestatarios que paguen sus deudas, señaló Omoruyi.
Citó un informe de la Iniciativa de Investigación China-África de la Universidad Johns Hopkins que indicaba que China reestructuró o refinanció alrededor de u$s 15.000 millones de deuda africana entre 2000 y 2019, sin incautaciones de activos que países como Estados Unidos han criticado cuando hablan de trampas de deuda.
“Si bien algunas disposiciones contractuales exigen el arbitraje contra el país prestatario en caso de que no pague la deuda de manera oportuna, no hay evidencia de que China haya recurrido realmente a la ejecución judicial de los pagos o al uso de tasas de penalización”, sostuvo Omoruyi.
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Un director chino para el proyecto de la expansión de una carretera en Nairobi, Kenia, trabaja en un sitio de construcción en abril. LONG LEI / XINHUA
Según un informe emitido por la Universidad de Tsinghua en Beijing el mes pasado, de 2023 a 2025 los países africanos entrarán en un pico de pagos con el vencimiento de bonos por cientos de miles de millones de dólares. Enfrentan riesgos de incumplimiento, afectando a docenas de países emisores de bonos de ingresos bajos y medios, debido a las “operaciones imprudentes” de las grandes instituciones de inversión europeas y estadounidenses en África.
Tang Xiaoyang, profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Tsinghua, señaló que la crisis de las hipotecas de alto riesgo de EE. UU. de 2008, junto con la crisis de la deuda europea, había llevado a la desviación de grandes cantidades de capital financiero privado de Occidente a los países en desarrollo. Dichos fondos, cuando las economías enfrentan presiones a la baja, podrían ser problemáticos.
“En ese momento, el capital que no encontró un punto de crecimiento en las naciones occidentales esperaba crecer en los países en desarrollo, por lo que los alentaron para que emitieran bonos y se beneficiaron de ellos”, sostuvo Tang.
De acuerdo al informe, solo 12 años después de 2008 el stock de bonos soberanos (principalmente eurobonos) de todos los países de bajos y medianos ingresos aumentó casi un 400 % a U$S1,74 billones en 2020, lo que representa más del 50% de la deuda externa de estos países.
La emisión de bonos ha ayudado a resolver algunos problemas a corto plazo para ciertos países en desarrollo que tienen estructuras económicas vulnerables y carecen de experiencia en gestión de riesgos financieros, pero puede ser difícil lidiar con los impactos adversos de una recesión económica mundial.
Según cifras recientes del Banco Mundial sobre la deuda internacional, el 28,8 % de la deuda externa pendiente de África se debe a instituciones financieras multilaterales y el 41,8 % a acreedores comerciales compuestos principalmente por instituciones financieras occidentales. Estos dos tipos de instituciones acumulan casi las tres cuartas partes de la deuda, lo que las convierte en los principales acreedores de África.
El informe, Reality Check: Falsehoods in US Perceptions of China, emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China en junio, indicó que el problema de la deuda es, en esencia, un problema de desarrollo y la clave para resolverlo es garantizar que los préstamos brinden beneficios reales.
Según cifras preliminares, entre 2000 y 2020 China ayudó a los países africanos a construir más de 13.000 kilómetros de carreteras y vías férreas y más de 80 centrales eléctricas a gran escala, financió más de 130 instalaciones médicas, 45 centros deportivos y más de 170 escuelas, y capacitó más de 160.000 profesionales en varios sectores en África.
El proyecto de la autopista de Nairobi, llevado a cabo por empresas chinas en Kenia a través de una asociación público-privada, creó más de 6.000 empleos locales y benefició a más de 200 subcontratistas y varios cientos de proveedores locales.
El Gobierno de Kenia elogió el proyecto por ser una demostración importante de la colaboración mutuamente beneficiosa entre ambos países, según el informe.
China también otorga gran importancia a la sostenibilidad de la deuda de los proyectos. En 2019, dio a conocer el Marco de Sostenibilidad de la Deuda para los Países Participantes de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. El marco, basado en la situación de la deuda y la capacidad de pago de los países deudores, y siguiendo los principios de consulta en pie de igualdad, cumplimiento de las leyes y reglamentos, apertura y transparencia, tiene como objetivo fortalecer el seguimiento y la evaluación de los beneficios económicos, sociales y de medios de subsistencia de los proyectos. Asimismo, canaliza préstamos soberanos hacia áreas con altos rendimientos, para asegurar la rentabilidad a largo plazo de los proyectos.
Mostak Ahamed Galib, un profesor de Bangladesh en la Universidad Tecnológica de Wuhan, sostuvo que los países occidentales están haciendo acusaciones infundadas de que China crea una trampa de deuda.
Citó el puente multipropósito Padma construido por China en su país, que se inauguró en junio, reduciendo los tiempos de viaje desde el suroeste del país hasta la capital Dhaka de siete a ocho horas a tan solo 10 minutos.
Se espera que el puente aumente el PBI de Bangladesh en más del 1 % anual, beneficiando a unos 30 millones de personas en 21 distritos del sudoeste del país, de acuerdo al Centro para el Diálogo de Políticas, una usina de pensamiento de Dhaka.
Xinhua colaboró con esta nota.