Un estudio de prueba de anticuerpos realizado por los Institutos Nacionales de la Salud publicado el 15 de junio confirma que el coronavirus circulaba silenciosamente en Estados Unidos antes de que se conociera el primer caso publicitado del país en enero de 2020. Los investigadores analizaron más de 24.000 muestras de sangre almacenadas de participantes en los 50 estados entre el 2 de enero y el 18 de marzo del año pasado y detectaron anticuerpos contra las infecciones de SARS-CoV-2 de nueve participantes desde el 7 de enero de 2020. Dado que los anticuerpos no aparecen hasta cerca de dos semanas después de que uno ha sido infectado, los resultados indican que los participantes con los anticuerpos estuvieron expuestos al virus al menos varias semanas antes de que se tomara la muestra, afirmaron los Institutos Nacionales de la Salud.
Una investigación conjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y China a principios de este año halló que la transmisión del virus a los humanos a través de un animal intermedio era la causa probable y que una fuga de laboratorio era “extremadamente improbable”. De hecho, Alexander Semyonov, virólogo ruso y miembro de la misión conjunta OMS-China, ha dicho que el nuevo coronavirus proviene de la naturaleza y que las acusaciones de que un laboratorio chino fuera el origen de la pandemia no son profesionales.
Semyonov señaló que las afirmaciones son infundadas y agregó que era “pura fantasía” pensar que un coronavirus podría crearse utilizando métodos artificiales. “El virus vino de la naturaleza, y hasta ahora no he encontrado ninguna razón para cambiar mi opinión. La acusación sobre un coronavirus creado por el hombre es irrazonable, poco profesional y estúpida”. Criticó la promoción de la teoría de las fugas de laboratorio en Estados Unidos como un intento de culpar falsamente a China. “Es una lástima que la investigación de tal epidemia haya involucrado muchos factores políticos”, sostuvo.
Xinhua colaboró con esta nota.