(Editado por Pablo González) Según una encuesta en la que participaron sólo turistas, el sánguche de milanesa, fue elegido como la segunda mejor comida argentina. ¿Quién salió primero? El asado. Obviamente.
(Editado por Pablo González) Según una encuesta en la que participaron sólo turistas, el sánguche de milanesa, fue elegido como la segunda mejor comida argentina. ¿Quién salió primero? El asado. Obviamente.
Turistas, usuarios y viajeros de una empresa de turismo, eligieron al querido, clásico y riquísimo sánguche de milanesa tucumano como la segunda mejor comida de Argentina. Un puesto importante en esta encuesta algo caprichosa y para algunos cuestionable ya que el primer lugar fue para el asado.
Y no porque el asado no merezca liderar el primer lugar, sino porque para otros habrá otros manjares locales que perfectamente pueden estar en el top de esta tabla. Por ejemplo, las empanadas, sobre todo las también tucumanas. Un manjar hecho con matambre vacuno cocido luego cortado a cuchillo en cubitos y rehogado con cebollas, condimentos típicos norteños, sobre todo el toque justo de comino, huevo duro, grasa y cebollita de verdeo cruda.
El asado y las empanadas son la base de la gastronomía nacional tanto es así que incluso tienen su propia Fiesta Nacional. En este sentido en el Jardín de la República, le han hecho un monumento al sánguche de milanesa.
La clave de este éxito tucumano en el "pan sanguchero", una combinación de figaza o pan de viena y pan francés, suave, sin costra que lastime el paladar y con una miga interior amigable que previamente se tuesta apenas para aunar a las cinco capas de milanesas, junto con lechuga cortada (como si fuese repollo, aclaran) y rodajas finas de tomate.
Respecto a la forma de preparación, son capas de hasta cuatro o cinco milanesas, apiladas dentro del sánguche, que puede medir hasta 20 centímetros de alto cuando es completo con jamón, queso, huevo. También se le puede agregar el clásico chimichurri, suave, picante o muy picante.