En casi todas las casas hay un viejo alargador o zapatilla eléctrica que se rompió o poco se usa y termina tirado ocupando lugar. Sin embargo, este objeto que parece inservible puede convertirse en un verdadero tesoro para el reciclaje y la reutilización dentro del hogar.
Lo cierto es que con un poco de creatividad y algunos elementos es posible darle una segunda vida y transformar tu cable en un práctico sujetador de cortinas, evitando así que termine en la basura.
Este tipo de reciclaje ofrece miles de beneficios. Además de contribuir al cuidado del medio ambiente, fomenta la creatividad, y reduce el consumo.
¿Por qué un alargador es un tesoro?
Los cables de los alargadores suelen ser resistentes, flexibles y de buena calidad, ya que están diseñados para soportar corriente eléctrica y uso continuo. Esto los convierte en un material muy valioso para manualidades, reparaciones y proyectos de reciclaje.
Por eso, en lugar de tirarlos o dejarlos ocupando lugar en tu casa, puedes ponerte manos a la obra y aprovecharlo para crear objetos útiles que, de otra manera, comprarías nuevos.
Al reutilizar el cable de un viejo alargador, no solo ahorras dinero, sino que también ayudas a reducir la cantidad de residuos eléctricos, que son altamente contaminantes para el medioambiente. Además, puedes darle un toque único y original a la decoración de tu hogar.
Cómo convertir el cable en un sujetador de cortinas
Si quieres transformar el cable en un sujetador decorativo y funcional para cortinas, solo necesitas seguir estos pasos:
- Primero retira el cable del alargador: asegúrate de que no esté conectado y corta cuidadosamente para separar el cable del cuerpo de la zapatilla.
- Quita la cubierta plástica, si puedes o si quieres un acabado más decorativo, puedes retirar la funda exterior y usar solo el cable interno trenzado.
- Límpialo bien para quitar polvo o grasa acumulada.
- Decóralo a tu gusto: puedes envolverlo con hilo de yute, cinta de tela, cuerda de algodón o incluso pintarlo con spray.
- Añade un sistema de cierre: coloca velcro, un botón o un pequeño gancho para poder ajustarlo alrededor de la cortina. Si no, puedes usar dos pedazos de madera.
- Colócalo: rodea la cortina con el cable decorado y ajústalo con el cierre que elegiste.
Con este sencillo truco, no solo das nueva vida a un viejo alargador, sino que también creas un accesorio único y sostenible para tu hogar.





