Este truco de reciclaje no solo ayuda a reutilizar un objeto que quizás estaba destinado a la basura, sino que también crea un punto focal original en la decoración. Además, es funcional para tener las copas siempre a mano cuando se recibe a amigos o familiares.
Reciclar con creatividad es una tendencia en alza, y convertir un rastrillo en un colgador de copas de vino es una de esas ideas que combinan practicidad, estética y sostenibilidad en un solo gesto.
rastrillo como porta copas
Con esta maravillosa idea, tu decoración será la envidia de todos y todas
Reciclaje: cómo convertir un rastrillo en un colgador de copas de vino
Para transformar un rastrillo viejo en un elegante portacopas, solo necesitas seguir estos pasos:
- Primero selecciona el rastrillo adecuado: debe ser preferentemente de metal y con púas alineadas. Si es de madera, asegúrate de que esté firme y en buen estado.
- Ahora es el turno de la limpieza y de la restauración: elimina óxido o suciedad con un cepillo de alambre y, si lo deseas, pinta o barniza para darle un acabado más prolijo.
- Ahora viene lo lindo, coloca el rastrillo y fíjalo en la pared o debajo de una repisa utilizando tornillos y tacos de acuerdo al tipo de superficie.
- Por último, organiza las copas: introduce el pie de cada copa entre las púas para que queden colgadas boca abajo, lo que además ayuda a evitar la acumulación de polvo.