Maipú

Vándalos destruyeron un cerco perimetral recién colocado en una escuela

Por UNO

Los directivos y celadores de la escuela José Manuel Estrada de Maipú hicieron a pulmón un cierre perimetral para el establecimiento con 72 grandes lápices de colores. A los pocos días de inaugurarlo se encontraron con la desagradable sorpresa de que vándalos los habían tirado abajo.

El cerco había quedado listo el sábado 20 de julio luego de largas jornadas de trabajo fuera del horario laboral, con la participación de directivos, docentes y celadores.

Apenas cuatro días después, el miércoles 24, al llegar al colegio notaron que todo el esfuerzo había sido violentado y destruido por vándalos, que arrancaron de cuajo gran parte de los 72 lápices.

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"El miércoles llegamos y vimos que los colores estaban todos tirados. Los desenterraron porque estaban puestos con cemento", lamentó la directora del establecimiento, Mabel Bologna.

Si bien no tienen identificados a los vándalos, la directora contó que por las noches en el lugar que ahora habían cerrado, se juntaban personas que no eran del barrio y según contaron los vecinos, lo hacían para tomar, drogarse e incluso dormir allí

"Como no tuvimos respuestas para que nos ayudaran a comprar una reja, hicimos esos colores. Era una especie de medida de seguridad", agregó Bologna.

El daño es grande para la escuela, sobre todo porque junto a las familias habían hecho distintas actividades para juntar el dinero. Todavía no lo tienen definido, pero calculan que gastaron entre $10.000 y $15.000, mientras que colocar las rejas les costaba $50.000.

"Quiero destacar el trabajo de Claudio Aroma, celador que cortó los 72 lápices con una sierra que no le andaba, y del resto del equipo, que les sacaron punta, y además los pintaron". "Quiero destacar el trabajo de Claudio Aroma, celador que cortó los 72 lápices con una sierra que no le andaba, y del resto del equipo, que les sacaron punta, y además los pintaron".

Mabel Bologna, directora del colegio José Manuel Estrada

Como en la zona no hay cámaras de seguridad será difícil dar con los vándalos, pero en el colegio no se resigan, por lo que ya volvieron a colocar los lápices, pero esta vez con vigas y enterrados a mayor profundidad.

"No nos vamos a dar por vencidos, ya los volvimos a colocar. Yo ingresé a este año a la escuela pero maestras me contaron que han entrado a la escuela por otros lados, dado que el frente es muy amplio", cerró Bologna. 

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