El propietario de los geriátricos fue imputado por el delito de peculado, que estipula de 2 a 10 años de prisión para el funcionario público que sustrae bienes del Estado. Su esposa, que estaba en el domicilio, también fue acusada por el mismo delito pero en calidad de partícipe primaria -arriesga la misma pena-.
El fiscal Giaroli explicó que esta historia arrancó el sábado pasado tras recibir una denuncia en la que indicaba que había audios de Whatsapp donde ofrecían la colocación de la vacuna en una casa de calle Coronel Campos al 800, de Pueblo Quiroga, en San Rafael. En total unas 40 personas estaban citadas para ser inoculadas el domingo a la mañana pero al parecer fueron alertadas en el camino. Sólo se presentaron tres, las cuales fueron detenidas pero recuperaron su libertad en menos de 24 horas.
En la casa, la policía secuestró vacunas Astrazeneca, una ampolla para 10 dosis, otras ampollas vacías y material descartable para colocar las dosis.
A través del sistema nacional, el dueño del geriátrico tiene acceso a las vacunas para sus pacientes, las cuales debe colocar con un enfermero matriculado, justificar esa vacunación y si tiene excedentes las debe devolver. Lo que sospecha el fiscal es que fingieron la vacunación a los ancianos para obtener las vacunas contra el Covid-19. Por ahora, no queda claro si cobraban o no por este procedimiento, por lo que esperan los resultados del análisis de los celulares de los detenidos para conocer cómo se actuó.
El caso llegó a la Legislatura
El director Regional Zona Sur de la cartera sanitaria, Abel Freidemberg, expuso este martes ante los integrantes de la comisión de Salud de Diputados, y brindó los detalles de la denuncia formulada contra el médico y el dueño de tres geriátricos de San Rafael, tras haber sido detectadas irregularidades con el ofrecimiento de vacunas contra el Covid-19.
“Yo tomé conocimiento por una llamada, el sábado por la tarde, donde me consultaban cómo era el trámite de vacunación, si había algún otro lugar habilitado y demás. Ante esa llamada anónima, le pedí que me dijera cómo se había enterado y me manifiesta que es a través de un grupo de WhatsApp donde un médico invitaba a vacunar o a formar un grupo de vacunación en un domicilio particular”, señaló el funcionario.
“Le pedí que me pasara un audio para tener alguna prueba, lo hizo e incluso me pasó un mensaje escrito; esto fue entre las 16 y las 18 y en ese tiempo me contacté con el Poder Judicial, desde donde luego me contactan con el fiscal de turno y radico la denuncia ante la certeza de estar ante un hecho ilícito, algo irregular e ilegal”, añadió.
Freidemberg, sostuvo que a partir de ahí y ya con las actuaciones judiciales en marcha, “agrego otras pruebas de las que me voy haciendo con posterioridad”, incluso “un trabajo que estuvimos haciendo con el Ministerio el año pasado de relevamiento de geriátricos, donde había un punto de encuentro y puse en la mañana temprano a disposición del fiscal prueba de planillas, del reglamento del geriátrico, dueño y responsables médicos – técnicos, más la planilla con el domicilio de la persona de este geriátrico y el responsable técnico, que era el médico que las ofrecía”.
Además de la vía judicial, desde el Ministerio de Salud “iniciamos la investigación administrativa correspondiente ese mismo domingo. Está todo en actas y en curso, tanto de parte de la cartera como de la Justicia”, contó el funcionario.
Dijo que “tenemos la trazabilidad de estas vacunas” y se están haciendo recorridas por otros geriátricos, al tiempo que agregó que “la primera dosis (que recibió la población del geriátrico) era Covishield y esta segunda dosis que se estaba repartiendo era Astrazeneca. La convocatoria era para Astrazeneca”.