Sandoval propone que los mayas tenían dos sistemas de escritura funcionando al mismo tiempo. Usó el Altar Q como una Piedra Rosetta para descifrar las señales de manos, aunque considera que comunican información diferente a los jeroglíficos.
Según su análisis, las señales en los cuatro lados del altar representan fechas específicas del Calendario de Cuenta Larga: 9.0.2.0.0 (27 de noviembre de 437), 9.19.10.0.0 (30 de abril de 820), 9.16.13.12.0 (21 de octubre de 764) y 9.17.5.0.15 (7 de enero de 776).
Los jeroglíficos del altar ya mencionaban este calendario a través de un ritual de 64 días. Los expertos sabían que la dinastía de Copán comenzó y terminó cerca del inicio y final del noveno bak'tun del calendario. Pero Sandoval notó algo raro: no había fechas directas del Calendario de Cuenta Larga en los jeroglíficos, algo muy inusual para textos mayas reales.
Esto lo llevó a examinar las manos de los gobernantes tallados. Se concentró en las manos libres de cada uno de los 16 gobernantes. Al compararlas con los jeroglíficos, vio que dos señales de manos se parecían a variantes del número cero, y sus patrones eran similares a los ceros en fechas del calendario.
Críticas al hallazgo de Honduras
manos estatuas maya
El descubrimiento asegura que las esculturas tenían mensajes ocultos en las manos, pero no todos están convencidos.
Alexandre Tokovinine, especialista en escritura maya de la Universidad de Alabama, no está convencido. Considera el hallazgo "muy implausible" y dice que "los datos visuales y textuales parecen manipulados para ajustarse a la hipótesis del autor".
Sandoval mantiene su posición. Dice tener "múltiples líneas de evidencia independientes" que apoyan su interpretación. El investigador había trabajado antes con lengua de señas en tribus nativas americanas, lo que le dio experiencia para este tipo de arqueología.
Cada fecha propuesta se vincula con eventos importantes: el panel este marca la muerte del primer gobernante, el oeste la del último, el sur se relaciona con una deidad del decimosexto gobernante, y el norte llega 16 días después del inicio del ritual de 64 días mencionado en los jeroglíficos del altar.