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Y, por ende, esta posura de yoga puede mejorar la calidad de vida.
Fácil o cómoda (Sukhasana)
La persona permanece sentada mientras practica yoga y es la misma postura de la meditación. Reduce el estrés al minimizar las hormonas cortisol. Practicarla frecuentemente ayuda a mejorar la postura, la concentración y la actividad del cerebro.
Cabeza erguida (Sirsasana)
Es una posición invertida dentro del yoga y una postura más sofisticada. Ayuda a retener la memoria, optimiza la capacidad de atención y mejora la concentración. Además trabaja invirtiendo el flujo sanguíneo, por lo que calma el cerebro y el sistema nervioso.
Mano al pie (Padahastasana)
Potencia la circulación sanguínea, mejorando la agudeza mental y el trabajo del cerebro. Calma la mente y activa la relajación, bajando niveles de estrés y ansiedad. Además, esta forma de practicar yoga potencia la plasticidad cerebral y alivia tensiones en el cuello y la parte alta de la espalda.
El árbol (Vrikshasana)
Mejora niveles de atención, concentración y la claridad mental, además de estimular la memoria. Es clave para contrarrestar la falta de atención, problemas de memoria e incapacidad de resolución de problemas.
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También, dentro de las posturas de yoga, mejora la circulación y beneficia el trabajo del cerebro.
Hombros (Sarvangasana)
Es una de las posturas de yoga más completas en lo que hace a bienestar físico y mental.
Mejora la memoria, nutre al cerebro y es un ejercicio clave para combatir el estrés y la ansiedad. Se puede practicar con ayuda de una silla o una pared.