Los distintos tipos de maceta aportan distintas propiedades. Para sacar provecho a cada recipiente debes conocerlo bien al igual que a tus plantas.
Además, cada planta necesita un determinado tamaño de maceta de acuerdo a sus raíces. Muchas plantas requieren raíces más apretadas y secas, otras necesitan mucho más espacio para que sus raíces no se pudran y tengan ventilación.
Los principales materiales de fabricación de las macetas son plástico, barro, cerámica y cemento. Los materiales de las macetas forman parte de las condiciones de vida y requerimientos de las plantas.
Las macetas de plástico suelen ser los más económicos y prácticos. Estas macetas evitan la eliminación del riego, por eso son buenas para plantas que necesitan mucha humedad.
El problema principal del plástico es que el sol daña poco a poco la maceta y encima puede calentar las raíces de las plantas.
Por otra parte, las raíces de barro son mucho más lindas, y al ser de un material poroso facilitan el filtrado del agua. El principal problema de la maceta de barro es que son más frágiles que las de plástico por estar fabricadas de materiales naturales.
Las macetas de cerámica y cemento son una gran opción para la mayoría de las plantas. Hay que proteger el material de la humedad y el agua y asegurar el filtrado.
Otro factor importante a tener en cuenta al momento de escoger una maceta para tus plantas es el tamaño y profundidad.
Para plantas con raíces cortas y pequeñas una profundidad moderada sirve, pero en el caso de especies de árboles como la aralia, necesitas una maceta grande y un trasplante regular.
Lo último y quizás más importante, es el filtrado de la maceta. Para plantas del hogar que recibe riego frecuente es importante que la maceta tenga orificios en el inferior.
Otras especies que tienen poco riego como el cactus, no necesariamente tienen que tener agujeros debajo.