El estrés en plantas es más habitual de lo que crees. El problema es que muchas veces se confunde con otras afecciones. Es importante aprender a escuchar y leer a nuestras especies vegetales para así comprender qué significa cada señal.
Existen factores externos, biológicos o del propio cuidado y mantenimiento que puede afectar el bienestar de las plantas. Cuando llegan a un límite, comienzan a experimentar síntomas que se ven reflejados en su estado y apariencia general.
El estrés se puede definir como un conjunto de alteraciones que se producen en un organismo como respuesta física a estímulos repetidos. Dicho de otro modo, es una respuesta natural del cuerpo y la mente frente a las demandas o desafíos de la vida y que suele manifestarse en forma de tensión emocional o física.
El estrés afecta a las plantas de igual forma que a los humanos. La diferencia radica en el modo en que reaccionan unos y otros. Esta sensación puede llevar a nuestras plantas a un límite que hasta las conduce a la muerte.
¿Cómo puedes saber si las plantas de tu hogar están estresadas? Para ello necesitas observar cuidadosamente las señales.
Las plantas estresadas suelen tener sus hojas amarillas, marrones o marchitas. Sumado a ello, el crecimiento de una planta con estrés suele ser más lento o estancado.
Además, se vuelven un blanco fácil para las plagas de todo tipo, por eso las plantas que atraviesan esta situación suelen enfermarse con frecuencia.
El estrés en plantas se produce por diversos motivos y ataca a especies de interior, jardines y huertos.
Normalmente el estrés se debe a factores externos ambientales y procesos biológicos propios. Estos son algunos de los motivos principales:
Para evitar el estrés de las plantas del hogar, debes investigar a fondo las necesidades y requerimientos de cada especie antes de colocarlas dentro de casa o en el jardín.
Es importante proporcionar la luz, agua y nutrientes que cada planta requiere para crecer sana y fuerte, ni más ni menos. De esta manera estarán listas para soportar cualquier plaga o adversidad.