Buen gesto

Se subía a una loma para estudiar y una empresa le puso una antena para que tenga Wifi

Una alumna se subía a una loma para poder tener señal de Wifi. Una empresa, de forma anónima, le puso una antena en su casa en el campo

Se subía a una loma para estudiar y una empresa le puso una antena para que tenga Wifi. Tiene 11 años y es alumna de la escuela Rural Leopoldo Lugones en Lutti, Córdoba. Como en su casa de adobe no podía recibir la tarea escolar, subía hasta una loma con sus útiles. Su historia conmovió, se viralizó y recibió ayuda. Tres kilómetros a pie en y en subida era lo que hacía Romina Oviedo (11) para poder tener señal de Internet y recibir la tarea que le enviaba su profesora Sandra. Vive en una casa de campo, hecha de adobe, a 15 kilómetros de su escuela rural, llamada Leopoldo Lugones, en Lutti, una localidad de Calamuchita, pero la llegada de la pandemia puso a prueba su compromiso por seguir estudiando.

Desde el 19 de marzo -cuando se decretó la cuarentena- la maestra Sandra Suárez (48) y los chicos de cinco familias que acuden a la escuela dejaron de tener clases presenciales. Los alumnos se quedaron en casa, y empezó el desafío de estudiar a distancia.

“Romina es la primera en establecer el contacto. Soy su maestra desde nivel inicial así que viví de cerca toda su evolución, conozco su varias habilidades: es muy inteligente y resolutiva”, dice Sandra.

En la rutina de la cuarentena, en pleno intercambio de ideas. una mañana Sandra escuchó al otro lado del teléfono a la mamá de Romina (Claudia, de 36 años)- decirle: "Dale Romi, que tenemos que volver a casa a preparar el almuerzo', perpleja por el comentario le preguntó “¿dónde están?”, y la respuesta fue sorpresiva: “Acá en en la cima de la lomita, porque no tengo señal en casa para descargar las actividades.

“No lo creí y le pedí que me enviara una foto”, recuerda Sandra. Recibió la imagen y quedó atónita. “Romina había improvisado un pupitre sobre la pirca del monte. Tenía sus útiles, lápices, mochila todo...como en clase”, relata la maestra que no pudo contener las lágrimas. “Pensé ¡qué compromiso, qué voluntad de progreso! Tanto ella como su madre me podrían haber dicho ‘mirá no tenemos acceso’ o ‘no podemos seguir con las tareas por tal o cual razón’, y en estos meses jamás pusieron una excusa. Caminaban tres kilómetros diarios con sol o lluvia”, dice emocionada.

Acto seguido, la maestra le pidió autorización a la madre de Romina para compartir la imagen en un grupo de whatsapp integrado por varias autoridades. Esa imagen se viralizó en Córdoba. La historia de compromiso y responsabilidad de Romina emocionó a un grupo de proveedores de Internet independientes que se unieron para llevarle el servicio a su casa. No fue fácil poner el plan en marcha. Los especialistas tardaron cuatro días trasladando todas las herramientas necesarias. Fue un viaje de cuatro horas, de las cuales dos son por rutas de ripio. Pero lo hicieron. Y el esfuerzo valió la pena.

Con la conexión en casa, Romina estudia con agilidad. Todo es más fácil, podás llamar por videollamada a Sandra y lo que no sé ahora lo busco en Google, cosa que antes no podía”, dice la pequeña alumna.