tipos de ACV
Un ACV ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene o disminuye, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes.
En este sentido, el estudio analizó a millones de personas refutando la noción de que un ACV llega sin previo aviso y gran porcentaje de la población presenta estas cuatro características:
Tabaquismo (fumadores y exfumadores)
Fumar es una de las principales causas evitables de enfermedad cardiovascular, aumenta entre 2 y 4 veces el riesgo de enfermedad coronaria y de accidente cerebrovascular y está implicado en la mayoría de las formas de aterosclerosis. Dejar de fumar reduce el riesgo de manera significativa con el tiempo, pero los antecedentes (exfumadores) siguen siendo relevantes.
Diabetes (y prediabetes)
La diabetes mellitus incrementa notablemente el riesgo de sufrir un ACV: las personas con diabetes tienen aproximadamente el doble de probabilidad de sufrir enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular que quienes no la tienen. Además, la prediabetes definida por niveles de glucosa en ayunas entre 100 y 125 mg/dL o una HbA1c de 5.7–6.4%, ya eleva el riesgo y suele pasar desapercibida. Detectar y controlar la glucemia es clave para reducir eventos.
Colesterol alto (incluida la reducción por tratamiento)
Las guías clásicas clasifican el colesterol total: <200 mg/dL deseable; 200–239 mg/dL “límite/alto” y ≥240 mg/dL alto. El colesterol elevado acelera la formación de placas en las arterias y es factor mayor de riesgo. Es importante considerar también a quienes reciben tratamiento y mantienen niveles “bajos” por medicación, ya que su historia o riesgo previo sigue siendo relevante para el perfil cardiovascular global.
tabaquismo
Dentro del 99% de las personas que sufren un ACV están los fumadores, pero también los exfumadores.
Presión arterial
Las categorías de presión arterial reconocen 120/80 mmHg como el umbral a partir del cual ya se considera “elevada” (y valores mayores pueden ser hipertensión de grado 1 o 2). La presión arterial sostenidamente alta daña vasos y órganos y es uno de los principales impulsores de infartos y ACV.
Es frecuente que el tabaquismo, el colesterol alto, las alteraciones glicémicas y la presión alta coexistan porque comparten determinantes como la edad, dieta poco saludable, sedentarismo, obesidad, antecedentes familiares, etc.
Qué hacer para reducir el riesgo de sufrir ACV
- Consulta médica y chequeos periódicos
- Dejar de fumar
- Control de azúcar
- Control de colesterol
- Reducir la presión