Los meteorólogos de Chile han emitido una nueva señal de alerta producto de una serie de olas de gran tamaño que se están dando atípicamente en verano del país. Este hecho, más conocido como marejada, es más común de lo que parece.
Los meteorólogos de Chile han emitido una nueva señal de alerta producto de una serie de olas de gran tamaño que se están dando atípicamente en verano del país. Este hecho, más conocido como marejada, es más común de lo que parece.
En su definición, el fenómeno se caracteriza por el aumento significativo de la altura de las olas, y suele ser causado por distintos factores como los cambios en la presión atmosférica, los movimientos de las placas tectónicas, los vientos fuertes y las corrientes oceánicas.
Si bien existen distintos tipos de marejadas, lo que está sucediendo en Chile puede se denomina como marejada de temporal. En este caso, las causas están ligadas a condiciones climáticas adversas, como vientos fuertes y bajas presiones atmosféricas.
La alerta de los meteorólogos ante este evento se debe a que las olas pueden ser especialmente peligrosas en zonas costeras bajas, ya que pueden provocar inundaciones y daños en las infraestructuras.
De hecho, en algunos lugares del mundo, como la costa oeste de los Estados Unidos, se han implementado medidas de seguridad en contra de ellas.
Además de tener un impacto en la navegación y en la vida cotidiana, la marejada puede dejar graves consecuencias en lo que respecta a la vida marina. Pueden, por ejemplo, provocar un desplazamiento en los animales, causando cambios en la distribución de especies y en la disponibilidad de alimentos.
La marejada ciclónica, que se produce durante los ciclones tropicales, y la marejada de los tsunamis, que son olas gigantescas, son otro de los tipos más reconocidos en lo que a esto respecta.
Como se dijo, una marejada puede estar directamente relacionadas con las condiciones meteorológicas, que pueden ser locales o venir de zonas remotas.
Estudios y modelos numéricos indican que este incremento podría estar relacionado con el fortalecimiento de los vientos superficiales en latitudes altas, tanto en el hemisferio norte como en el sur.
Por otro lado, factores como el aumento del nivel del mar y el incremento de la temperatura global también han contribuido para que esto pase a ser una realidad que tiene en alerta a todo un país.