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2. Ayuda a controlar el apetito
El aceite de oliva contiene grasas saludables que generan una sensación de saciedad, ayudando a controlar el hambre y evitar los atracones. Consumirlo antes de las comidas puede ser una estrategia para reducir la cantidad de alimentos ingeridos, especialmente en personas que buscan controlar su peso.
3. Protege la salud cardiovascular
Este hábito proporciona una dosis concentrada de ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes, como los polifenoles, que reducen los niveles de colesterol LDL (el "malo") y aumentan el HDL (el "bueno"). Esto favorece la salud del corazón y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
4. Beneficia al sistema digestivo
El aceite de oliva tiene propiedades antiinflamatorias y lubricantes que pueden aliviar problemas como el estreñimiento y la acidez estomacal. También protege las paredes del estómago contra los daños causados por el ácido gástrico.
5. Potencial desintoxicante
Se cree que el aceite de oliva ayuda a "limpiar" el hígado y a eliminar toxinas, optimizando su función. Aunque no reemplaza una dieta equilibrada, puede ser un complemento útil para quienes buscan mejorar su salud hepática.
Recomendaciones para su consumo
Por qué recomiendan consumir una cucharada de aceite de oliva todos los días y cuáles son los beneficios (2).jpg
- Elige siempre aceite de oliva extra virgen. Es la forma más pura y contiene la mayor cantidad de antioxidantes y nutrientes.
- Consúmelo en ayunas o 15-30 minutos antes de cada comida. Así maximizarás sus beneficios digestivos y saciantes.
- Evita excederte. Una cucharada es suficiente, ya que el aceite es calórico (120 calorías por cucharada).
Aunque es seguro para la mayoría, quienes tienen problemas de vesícula biliar o ciertas condiciones médicas deben consultar a un médico antes de adoptar esta práctica. Además, es importante recordar que ningún alimento es una solución mágica; debe complementarse con una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.