Es decir, según la Navegación Aérea Argentina, lo que vemos en realidad es nube artificial generada por el contraste de temperaturas, muy similar a lo que ocurre cuando en invierno exhalamos aire caliente y se convierte en vapor visible. Por eso, si el aire está muy seco, la estela desaparece rápidamente. Pero, si el aire está húmedo, los cristales de hielo permanecen más tiempo y la línea blanca puede expandirse y parecerse a una nube alargada.
Los gases contienen además dióxido de carbono, óxidos sulfúrico y nitroso, combustible sin quemar, hollín y partículas metálicas. El hollín presente en el aire también favorece la condensación.
estelas químicas que deja el avión en el cielo (2)
En cuanto al medio ambiente, las estelas de condensación tienen un impacto en el balance térmico de la Tierra
Si embargo, hay quienes denuncian estas "estelas químicas" a raíz de distintas teorías. Una de las más populares es la creencia de que los gobiernos controlan el clima a escala masiva. Lo cierto es que los científicos usan estas estelas como indicadores del nivel de humedad en la atmósfera.
Qué significan las manchas blancas en el cielo
Aunque para muchos son simples curiosidades visuales, las estelas de los aviones tienen posibles significados distintos y algunos tienen que ver con:
- Clima: indican que a gran altura hay humedad, lo que en ocasiones puede anticipar cambios meteorológicos.
- Tráfico aéreo: muestran la ruta de vuelos comerciales, algo visible en zonas con aeropuertos cercanos.
- La cultura popular ha dado origen a creencias y teorías, como los llamados “chemtrails”, aunque no existe evidencia científica que respalde que sean químicos nocivos.
¿Afectan al medio ambiente?
Embed - El impacto de las estelas de condensación de los aviones en el cambio climático
Aunque la estela en sí es solo vapor de agua convertido en hielo, su efecto climático es relevante. Según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA), las estelas de condensación contribuyen al efecto invernadero, porque los cristales de hielo atrapan calor en la atmósfera durante la noche.
Estudios del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático estiman que las estelas y las nubes artificiales derivadas de ellas son responsables de hasta un 35% del impacto climático total de la aviación, incluso más que el CO emitido directamente por los motores.
Este fenómeno se llama forzamiento radiativo, y significa que las estelas actúan como un “manto” que modifica el balance energético de la Tierra.