Germinación

Por qué hay que remojar en agua el carozo de las cerezas antes de sembrarlo

Si guardaste carozos de las cerezas que comiste, puedes poner en práctica un gran truco de jardinería para tener un árbol de cerezo

Muchas veces quien guarda carozos de cereza para sembrarlos suele cometer un error frecuente; plantarlos secos y sin preparación. Sin embargo, remojar el carozo antes de sembrar puede marcar la diferencia entre una semilla que despierta y otra que nunca brota. Te contamos por qué funciona y cómo hacerlo correctamente.

Remojar los carozos antes de sembrar es un método previo a la siembra muy fácil de realizar que disminuye el tiempo de espera para que una semilla comience a germinar. Utilizando el agua para romper antes de tiempo el letargo natural de las semillas.

Por qué hay que remojar en agua el carozo de las cerezas antes de sembrarlas

El carozo de la cereza es una cáscara leñosa diseñada por la naturaleza para proteger el embrión y retrasar la germinación hasta que las condiciones sean seguras. Esa dureza dificulta que el agua penetre y active el proceso de crecimiento.

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Para aprovechar el carozo de la cereza al máximo introdúcelas dentro del recipiente con agua tibia y déjalas dentro mientras el agua se irá enfriando.

Para aprovechar el carozo de la cereza al máximo introdúcelas dentro del recipiente con agua tibia y déjalas dentro mientras el agua se irá enfriando.

Antes de que las condiciones sean las apropiadas, las semillas permanecen inactivas. La mayoría de las semillas tienen una capa externa que las protege del medio ambiente, les permite resistir a temperaturas extremas de frío y calor, humedad, fricciones, digestiones animales y otros procesos que sufren en la naturaleza, esta protección natural permite que la germinación no se produzca antes del momento adecuado.

Por eso, cuando lo remojamos la cáscara se ablanda ligeramente, el agua penetra con mayor facilidad, se acelera la activación de la semilla (imbibición). Es decir, imita la acción de la lluvia y el paso del tiempo en la naturaleza.

Las semillas de cereza, como otras especies de clima frío, presentan latencia. El remojo, combinado con frío, envía señales de que el ambiente es seguro y favorece una germinación más pareja. Este paso es clave porque hará que haya mayor tasa de germinación, brotes más rápidos y un menor riesgo de que el carozo se pudra sin abrir.

Cómo remojar carozos de cereza: paso a paso

cerezo
Para germinar semillas de cereza hay que tener varias puntos en cuenta pero sobretodo, paciencia.

Para germinar semillas de cereza hay que tener varias puntos en cuenta pero sobretodo, paciencia.

  1. Retirá los carozos de las cerezas y lavalos para quitar restos de pulpa (evita hongos y moho).
  2. Dejalos airear unas 24 horas en un papel absorbente.
  3. Colocalos en un vaso con agua a temperatura ambiente entre 12 y 24 horas.
  4. Descartá cualquier carozo que flote (suele estar vacío).
  5. Escurrí y secá suavemente con papel.
  6. Guardá los carozos en una bolsa con sustrato húmedo (turba o arena) y lleválos a la heladera por 8 a 10 semanas.
  7. Plantá los carozos a 2–3 cm de profundidad, en sustrato suelto y bien drenado.
  8. Mantené la humedad constante (sin encharcar) y buena luz indirecta.

Cuando pongas a prueba este truco de jardinería procura no tener errores comunes que te conviene evitar. Uno de ellos es remojar más de 24–36 horas, ya que se ablanda en exceso y puede pudrirse. El tiempo recomendado es durante 12 a 24 horas.

Otro gran error es saltearse el frío, pues sin estratificación, la semilla suele no germinar. Enterrar demasiado profundo la semilla también dificulta la salida del brote y usar tierra compacta retiene demasiada agua y asfixia la semilla.

Aun haciendo todo bien, los carozos de cereza pueden demorar entre 1 y 3 meses en germinar. La constancia con el riego y el control de la humedad son fundamentales.

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