Entre las principales inquietudes planteadas por los estudiantes durante las evaluaciones del programa Aprender surgió que les interesa y mucho la información relacionada con el placer sexual, a través de la ESI (Educación Sexual Integral). 

Maria Julia Amadeo, directora de Planificación y Evaluación de la Calidad Educativa de la Dirección General de Escuelas fue quien dio detalles del estudio realizado en 2018 y de lo planificado para el ciclo lectivo próximo a comenzar.

Antecedente

Amadeo recordó que "en el aprender 2017 se les preguntó a los alumnos sobre otras cuestiones relacionadas a su educación, qué temas sienten que les faltó o en qué la escuela no les dejó lo que necesitaban. Recordemos que son chicos del último año que pueden hablar con conocimiento y reclamarle a la escuela 'mire yo pasé por todos los años y esto me faltó'"

"Lo que salió con fuerza es la ESI. Esto motivó a que el año pasado se trabajasen las NAP (Núcleos de Aprendizajes Prioritarios). Se inició un proceso de investigación para ver qué quieren decir los jóvenes cuando dicen que no vieron ESI", agregó.

Resultados específicos

"Lo que pasa es que en el imaginario de los jóvenes, y esto es interesante, cuando requieren ESI requieren muchas cosas que tienen que ver con el acto sexual y el placer sexual tanto para recibir ellos como para darlo.  Son las grandes inquietudes que tienen los chicos, que por otra parte son humanas" señaló la directiva de la DGE.

Al ser consultada sobre si es mejor que el chico aprenda en la escuela en lugar de que busque en internet, manifestó: "Es peor que exploren en la pornografía, que además da una imagen distorsionada del placer femenino. Por ejemplo, muestra más algunos modos de placer masculinos, pero no se muestra el placer femenino. Son cosas para charlar"

A qué apunta la ESI

"La ESI ha tenido y sigue teniendo una impronta muy fuerte de sacar puramente del lapsus sexual para ampliar la mirada a lo que son los vínculos, a la parte afectiva de la sexualidad. O sea: no es que inhibe su tratamiento sino que amplía la mirada a una mayor complejidad de sexualidad humana. Entonces es posible que hayan visto algunas cosas de ESI pero que no lo hayan relacionado porque su inquietud era otra", reflexionó Amadeo.

-¿Lo que ellos quieren saber se les podría explicar en un contexto de aula?

-No está específicamente en el programa y volvemos a lo que decía: las 8 clases en las que se da  Educación Sexual Integral son pocas. Los chicos se matan de la risa, hablan un montón porque les interesa mucho pero no saben cómo encausar esa ansiedad. Las escuelas no lo quieren tratar porque los chicos se ponen así. Por eso es un tema complejo y hay que analizarlo desde múltiples miradas.

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