Sea un modelo nuevo o clásico, con adorno recientes o históricos para la familia, este símbolo suele armarse el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, y también suele prolongar su presencia en el hogar después el 25 de diciembre, aunque la fecha para desarmarlo varía según las costumbres.
Cuándo desarmar el árbol de Navidad
No existen las reglas para este caso, sino más bien las tradiciones, pero por costumbre popular se suele esperar al 6 de enero, que es la fiesta de los Reyes Magos, también conocida como día de la Epifanía. Según surge del Nuevo Testamento, a los pocos días del nacimiento de Cristo: “Unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: ‘¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?’”.
El paso de los reyes viajeros, que la tradición católica nombra Melchor, Gaspar y Baltasar, por Belén, ocurrido por una profecía, da el definitivo perfil divino de Jesús, que llevaba poco tiempo en este mundo cuando recibió esta visita, la cual lo coronó como “rey de reyes” según el texto sagrado.
La fiesta de la Epifanía es considerada el fin de la Navidad litúrgica, un ciclo que se extiende después del 25 de diciembre para continuar con la veneración de Cristo. Por tratarse de la conclusión de este período para la mayoría de los cristianos, esta es la fecha en que se suele desarmar el árbol de Navidad.
Otra costumbre de la tradición católica es desarmar el árbol de Navidad un mes después de haberlo ensamblado y decorado, es decir el 8 de nero.