Con la llegada de la primavera y el clima agradable, muchas son las personas que comienzan a prestarle mayor atención a su jardín, con el objetivo de embellecerlo con famosos ejemplares. Sin embargo, la aparición de distintas plagas puede ser un grave problema, a veces, sin solución necesaria.
Hablando de ejemplares famosos, hay que decir que las rosas son uno de los más presentes, por sus grandes beneficios y por su antiguo simbolismo, entre otros factores.
La plaga que mata las rosas en tu jardín y debes eliminar
Cuando hablamos de plagas en las rosas del jardín, lo que se viene a la mente de todos es la presencia de los ácaros y de los pulgones, a menudos guiados por la presencia de savia.
Sin embargo, la cochinilla también puede ser una plaga peligrosa. De acuerdo a lo informado por especialistas en jardinería, esta se alimenta también de la savia de la planta, y puede causar la muerte de la misma si la infestación es grave.
La presencia de esta plaga provoca que las rosas se debiliten, tengan un crecimiento deficiente y las hojas se amarilleen o marchiten.
Además, se adhieren a tallos, axilas de las hojas y el envés de las mismas, donde se esconden y extraen la savia. Como si fuera poco, esta plaga fomentará la existencia de los hongos en el ejemplar.
Ya lo sabes, si tienes rosas en tu jardín y detectas la presencia de esta plaga, debes eliminarla cuánto antes, ya que los insectos se reproducen rápido y pueden dejarte sin belleza y color en tu jardín. Busca masas blancas algodonosas o pequeños caparazones pegajosos en los tallos, brotes nuevos y la parte inferior de las hojas.
Cómo eliminar la presencia de cochinilla en las rosas del jardín
Para infestaciones pequeñas, utiliza un hisopo de algodón empapado en alcohol para eliminar la cochinilla manualmente, frotando con cuidado sobre cada insecto. Repite el proceso cada pocos días si es necesario. De esta manera, salvarás tus rosas.
Otro de los métodos caseros es el de rociar las hojas de las rosas con un chorro de agua a presión. Si hablamos de elementos, los que destacan son el ajo, el aceite de neem, y el jabón potásico. Si nada de esto funciona, lo mejor será que te contactes con un especialista.





