Mar del Plata, Pinamar y Cariló son algunos de los destinos más populares que los argentinos visitan durante las vacaciones de verano. Sin embargo, en este artículo exploramos un balneario con playas extensas y tranquilas, ideales para relajarse bajo el sol. A poco menos de 4 horas de CABA, para quienes viajan en auto.
La Lucila del Mar es un balneario de la costa atlántica argentina que se puede visitar en cualquier momento del año, aunque en verano es mejor porque se pueden disfrutar sus playas. A continuación, investigamos todas sus atracciones y te contamos por qué vale la pena visitarlo.
Playas argentinas: la Lucila del Mar
La Lucila del Mar es una localidad balnearia que queda en el partido de La Costa, a 458 km al sudeste de la ciudad de Buenos Aires. Limita con Costa Azul al norte y con San Bernardo al sur, así que resulta un destino ideal para conocer si te encuentras en alguna de estas localidades vecinas.
Quienes viajan desde la ciudad autónoma de Buenos Aires en auto deben tomar la Ruta Nacional Nº 2. Una vez que llegan a la localidad de Dolores deben empalmar con la Ruta Provincial Nº 63 para continuar y luego por la Ruta Provincial Nº 11.
Los ómbinus o autobuces que parten desde la Terminal de Retiro se pueden tomar durante todo el año. Algunas de las empresas que operan el recorrido son: Ruta Mar, Plusmar, Ruta Atlántica, La Estrella, Rápido Argentino, Cóndor, Rápido Del Sur y Chevallier, entre otras.
Atracciones de la Lucila del Mar
Este destino ofrece playas amplias, ideales para relajarse y tomar sol. Quienes quieren disfrutar de la naturaleza pueden visitar El Pinar, un bosque que te sumerge en la frescura de los pinos y la suave brisa del mar. Ya sea temprano de mañana o al atardecer, el sonido de los pájaros y las hojas en lo alto acompañarán su paseo. Además, se puede hacer un paseo a caballo.
También se puede recorrer su famoso muelle, construido en madera a largo de 100 metros, e iluminación propia. Muchos lo consideran el más lindo de la costa argentina. Además, cuenta con un restaurante con capacidad para 80 mesas y 10 mesas en un deck externo.
Otra opción es pasear por el centro sobre calle Mendoza. Reúne tiendas, artesanías, salones de juegos para niños, heladerías, restaurantes y almacenes. Si bien es súper pequeño, resulta uno de los lugares infaltables en días grises o de lluvia.






