El nombre científico de esta planta es Dimorphoteca ecklonis.
En el mundo de la jardinería, pocasplantas logran capturar la atención con su impactante belleza, tal como las magnolias y las margaritas. Sin embargo, existe una especie ornamental que puede transformar cualquier ambiente en un cuadro digno de admiración. Tiene flores vibrantes y elegantes que se abren al sol en tonos coloridos.
Las dimorfotecas, también conocidas como margaritas africanas o caléndulas del cabo, dependiendo la región, son perfectas para decorar el jardín, la terraza o cualquier espacio exterior. Sus flores tienen un despliegue de colores que van desde los tonos cálidos como el amarillo y el naranja, hasta los fríos como el violeta y el blanco.
La margarita africana es nativa de Sudáfrica, según un artículo del sitio de jardinería Ecología verde. Florece anualmente y se destaca por su rusticidad y resistencia, por lo que su cultivo resulta fácil incluso para los principiantes o aficionados que no tienen experiencia. Si quieres cultivar una planta de Dimorphoteca ecklonis, toma nota de los cuidados necesarios.
¿Qué debo tener en cuenta para cultivar una planta de dimorfoteca?
Los expertos de Picture This, señalan que una dimorfoteca prospera en un suelo bien drenado. Requiere una exposición plena al sol para una floración óptima, ya que en su entorno original de la zona sur de África se desarrollan en ambientes soleados y calurosos. La planta también puede prosperar en zonas de semisombra o en el interior de los hogares, pero generalmente, cuanta más luz reciba más y mejor crecerá.
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La planta de dimorfoteca es nativa del sur de África.
El riego para esta especie debería ser moderado, permitiendo que el suelo se seque entre riegos, pero evitando agua en exceso pues la dimorfoteca tolera la sequía. En lo que respecta a la poda, hay que tener en cuenta que es una planta de gran crecimiento, así que tiene una importante capacidad de expansión. Controla el crecimiento para que no ocupe todo el jardín.
Otro detalle para estar atento es que es débil a los trasplantes y cambios bruscos. Por lo tanto, si acabamos de comprar la planta y en el vivero se encontraba en un lugar cubierto, exponerla a pleno sol probablemente la dañe. En estas ocasiones es mejor exponerla a los rayos gradualmente, antes de dejarla a pleno sol. Si tienes en cuenta estos cuidados, seguramente crecerá sana y embellecerá tu jardín con sus flores.
