Esto es posible gracias a las propiedades del ácido hialurónico y colágeno de la membrana del huevo y la capacidad hidratante y cicatrizante de la miel.
Al combinar la membrana con miel, se potencia el efecto hidratante de la miel y el poder nutritivo del huevo para crear una fórmula que reduce arrugas y líneas de expresión, además de estimular el colágeno.
La miel, por su parte, es un humectante natural que ayuda a hidratar y nutrir el cutis, dejándolo más suave y brillante. Como se dijo, la mezcla también puede ser utilizada para fortalecer el cabello.
Colágeno (2).jpg
La mezcla señalada estimula la producción de colágeno.
Al combinar el polvo fino de cáscara de huevo con aceite de oliva y una cucharada de miel, se crea una pasta que mejora la textura del cabello, dejándolo suave, manejable y lleno de vitalidad. Los nutrientes presentes en la mezcla estimulan el crecimiento saludable del cabello desde la raíz.
Cómo utilizar esta mezcla con grandes beneficios
- Para la piel:
- Lava y tritura las cáscaras de huevo hasta obtener un polvo fino.
- Mezcla el polvo con una cucharada de miel para formar una pasta.
- Aplica la mascarilla en el rostro limpio, deja actuar unos 20 minutos y enjuaga.
- Para el cabello:
- Tritura las cáscaras de huevo hasta convertirlas en un polvo muy fino.
- Mézclalo con suficiente aceite de oliva y una cucharadita de miel para crear una pasta.
- Aplica la mezcla en el cabello limpio y seco, cubriendo desde las raíces hasta las puntas.
Se recomienda consultar con un especialista antes de utilizar esta efectiva mezcla casera y, en el caso de hacerlo, realizar una prueba antialérgica para evitar problemas.