Por su vistoso color y canto melodioso, el ave cardenal amarillo ha sufrido históricamente una fuerte presión de caza (particularmente ejemplares machos) para el comercio ilegal como ave de jaula. El Gobierno de Mendoza se sumó a una alianza nacional para preservar este pájaro, mediante programas de cría en cautiverio y recuperación de ejemplares provenientes del tráfico.
El cardenal amarillo es una especie en peligro de extinción, y por ello diferentes organismos públicos y privados se unen para su rescate y preservación.
Foto: Gentileza Ambiente de la NaciónLa Alianza para la Conservación del Cardenal Amarillo, en la que participa el Ministerio de Energía y Ambiente de la provincia, liberó 16 ejemplares rescatados del tráfico ilegal y la tenencia como mascotas, de los cuales 6 fueron aportados por Mendoza a través de su Dirección de Biodiversidad y Ecoparque.
Los cardenales fueron equipados con pequeños transmisores que permiten monitorearlos
La captura y comercio ilegal del cardenal amarillo es su principal amenaza, aunque la destrucción y modificación de sus hábitats también afectan significativamente a las poblaciones silvestres. Categorizada como una especie en peligro de extinción, desde la Nación llevan adelante distintas acciones para conservar esta especie y frenar su tráfico ilegal.
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Mendoza es la segunda provincia en integrarse a la alianza nacional conformada por organismos públicos y privados, como el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la Fundación Temaikén, la Asociación Aves Argentinas, el Ecoparque de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Laboratorio de Ecología y Comportamiento Animal -Iegeba-FCEyN-UBA, la Unidad de Genómica del Instituto de Biotecnología-Iabimo (Conicet)-CICVyA-INTA, la Fundación Félix de Azara y el Aviario La Plata.
Las acciones promueven la conservación de un ave que de ninguna manera debe ser criada como mascota, vendida o comprada. De hecho, Mendoza colabora con la reproducción en cautiverio para su posterior liberación en zonas clave, donde la especie registra un claro retroceso en las poblaciones.
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Rescataron 16 cardenales amarillos en cautiverio
La Dirección de Biodiversidad y Ecoparque entregó parejas reproductivas al Ecoparque de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que liberó a los 16 ejemplares.
De estas aves, una nació en febrero 2022; y el resto entre octubre y diciembre de ese año. Los animales fueron sometidos a estrictos controles sanitarios, evaluaciones y entrenamientos comportamentales previos a su liberación, coordinados por profesionales especializados.
Los cardenales fueron equipados con pequeños transmisores que, a través de telemetría, permiten un riguroso monitoreo las semanas siguientes a su liberación con el objetivo de obtener datos valiosos de su adaptación a la vida en la naturaleza y de la interacción y desempeño con sus congéneres. De este modo, se evalúa la acción como una medida de conservación para el refuerzo de sus poblaciones.
Se estima que solo quedan entre 1.500 y 3.000 ejemplares de cardenales amarillos en estado silvestre, ya que con frecuencia son capturados para tenerlos enjaulados como mascotas.
Cómo son y dónde habitan estas aves
El cardenal amarillo, como su nombre lo indica, tiene un plumaje de color amarillo oliváceo manchado, con copete y garganta de color negro. En los adultos esta coloración presenta dimorfismo sexual, siendo más intensa en los machos que en las hembras, las cuales presentan coloración grisácea en las "mejillas", pecho y flancos.
Los machos son muy territoriales y agresivos con individuos de su mismo sexo. Como los otros miembros de su familia, son aves granívoras, es decir se alimentan de semillas, aunque también consumen larvas e insectos. Además de ser la única especie representante del género, su área de distribución está restringida a pequeñas porciones del sur de Brasil, Uruguay y Argentina, aunque la mayoría reside en nuestro país.
El cardenal amarillo habita bosques abiertos y matorrales desde el norte hasta el centro del país, pero en la mayor parte de su área de distribución es una especie rara y sólo es común en montes del norte de Río Negro y bosques de Caldén (Prosopis caldenia) de la provincia de La Pampa.