Al día siguiente, apareció en la Academia con un gallo desplumado y exclamó: “He aquí el hombre de Platón”. Esta acción ridiculizó la definición por su falta de precisión, obligando a Platón a añadir: “con uñas anchas”. El episodio revela el contraste entre el idealismo platónico y el realismo provocador de Diógenes.
Diógenes de Sinope: el primer cínico de la filosofía
Diógenes de Sinope, conocido como el primer cínico de la filosofía, vivió en la antigua Grecia durante el siglo IV a.C. Fue discípulo de Antístenes y célebre por su desprecio por las normas sociales y su estilo de vida austero. Rechazaba las comodidades materiales y las convenciones, defendiendo la autosuficiencia y la vida conforme a la naturaleza.
Se hizo famoso por sus provocaciones, como vivir en un tonel y llevar una lámpara encendida en pleno día “buscando un hombre honesto”. Su crítica mordaz al poder y a la hipocresía de la sociedad dejó una huella profunda en la filosofía occidental.