Squaw Valley, por su parte, ostenta el título de la estación más grande de California, con sus imponentes 2.428 hectáreas. Su legado olímpico y sus desafiantes pistas la han convertido en un referente para los esquiadores más exigentes. Las abundantes nevadas y la calidad de sus pistas empinadas justifican su reputación como uno de los mejores destinos de esquí del estado.
Más allá de las pistas tradicionales
Para aquellos que buscan experiencias menos convencionales, California también ofrece alternativas fascinantes fuera de los grandes resorts. El condado de West Siskiyou se presenta como un paraíso para los amantes del esquí fuera de pista, con excursiones guiadas que combinan aventura y comodidad.
Los visitantes pueden disfrutar de un recorrido de 2,7 kilómetros hasta una acogedora cabaña, donde un guía experto no solo prepara las comidas sino que también revela los secretos mejor guardados de la zona.
Mammoth Mountain merece una mención especial por ofrecer una de las temporadas más largas de Estados Unidos. Con sus 1.417 hectáreas de terreno esquiable y una elevación que garantiza nieve abundante, se ha convertido en el destino preferido de familias y grupos.
Su temporada, que se extiende desde principios de noviembre hasta finales de junio, permite a los visitantes disfrutar de la nieve incluso cuando la primavera ya ha llegado a otras partes del estado.