A pesar de que todas las planta nos parecen maravillosas para tener en el jardín, algunas no son aptas. Más allá de su belleza impactante y sus simples cuidados, determinadas especies dañan el suelo, rompiéndolo, y también afectando el desarrollo de otros ejemplares. A continuación, expertos en jardinería nos dicen cuáles son.
Jardinería: estas son las plantas que rompen el suelo
Independientemente de su belleza, existen tres plantas que jamás debemos cultivar en el jardín. El problema principal de estos ejemplares radica en el crecimiento abundante y la fuerza de sus raíces, las cuales dañan estructuras, suelo y todo lo que encuentran a su alrededor.
Según expertos en jardinería, las plantas que no debemos sembrar son las siguientes:
Bambú de la suerte
Más allá de caracterizarse por su elegancia y por las cualidades que le confiere el Feng Shui, el bambú de la suerte es una de las plantas que no se deben cultivar en el jardín. La explicación está centrada en que este ejemplar se extiende considerablemente por el suelo y sus raíces generan problemas, ya que son invasoras y duras. Si las cultivamos cerca del cemento, veremos cómo el piso se levanta en pocos meses.
El bambú de la suerte solo debe crecer en maceta, jamás en el jardín.
Hiedra
Esta planta una de las enredaderas más codiciadas por la belleza de sus hojas. A pesar de esto, se trata de una especie invasora que puede causar daños estructurales si no controlamos su crecimiento. Los expertos señalan que los tallos se adhieren con fuerza tanto al ladrillo como al cemento.
Evitá tener una hiedra en el jardín.
Glicinia
Otra de las elegantes enredaderas que causan problemas en el jardín es la glicina. Esta planta crece velozmente y se aferra tanto al ladrillo como a la piedra, dañando la fachada del parque. Cuánto más rápido se desarrolla, mayor es el daño en el suelo. En consecuencia, más allá de la belleza de sus flores, debemos tener cuidado al cultivar este ejemplar.
La glicina es una de las plantas que arrasa con cualquier estructura.
En este sentido, antes de sembrar cualquiera de estas tres plantas, deberás tener en cuenta el riesgo que conlleva, sabiendo que podrá dañar el suelo en el corto o largo plazo. Ante este problema, la única solución será quitar el ejemplar de raíz.







