A pesar de que ahora el desierto del Sahara es uno de los lugares más secos del mundo, no siempre fue así. Durante años, se creyó que los monzones que azotaron el área fueron los que llevaron a lo que se conoce como el "Periodo Húmedo Africano". Pero este nuevo estudio indica que la elevación que representan en el terreno las montañas Tibesti podría ser la culpable.
lagos antiguis
El descubrimiento terminó con un misterio que se originó hace 9500 años.
Durante esa época, soplaban sobre la región vientos húmedos provenientes del Mediterráneo, que en las montañas se transformaban en violentas tormentas, con precipitaciones hasta 10 veces más grandes que las que se daban el las llanuras circundantes, remarcaron en el descubrimiento.
El autor principal, Philipp Hoelzmann, de la Universidad Libre de Berlín, explicó: "Nuestro estudio demuestra que el Mediterráneo, y no solo el monzón africano, desempeñó un papel crucial en el mantenimiento de los lagos de gran altitud en el Sahara".
Una última curiosidad es que, a pesar de que los lagos eran muy cercanos, el estar de lados opuestos de las montañas tuvo un efecto dramático en su comportamiento: el que recibió más agua, Trou au Natron, era casi tres veces más profundo que su contraparte.