Esta tecnología tiene un gran impacto en la agricultura, ya que ayuda a aumentar los rendimientos en regiones afectadas por la falta de agua, contribuyendo a la seguridad alimentaria global. La soja HB4 también se caracteriza por su bajo impacto ambiental, lo que la convierte en una solución sostenible para enfrentar los desafíos del cambio climático en la agricultura.
¿Por qué es importante para la agricultura esta tecnología?
En específico, la tecnología HB4 fue desarrollada en Argentina por un equipo liderado por la Dra. Raquel Chan, directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en colaboración con el CONICET y la empresa Bioceres.
La investigación comenzó a fines de la década de 1990, con el objetivo de identificar genes que permitieran a las plantas responder eficazmente al estrés hídrico. En 2015, la soja HB4 recibió la aprobación para su comercialización en Argentina. Posteriormente, fue aprobada en otros países como:
- Brasil
- Estados Unidos
- Paraguay
- Canadá
- China
Es así que esta tecnología se convirtió en un referente mundial en biotecnología agrícola. El proceso implica la modificación de la estructura genética de la soja para que pueda sobrevivir con menos agua, lo que se traduce en una solución tecnológica que optimiza la productividad agrícola en zonas áridas.