Si bien se había alertado sobre la ocurrencia de tormentas durante la tarde de este jueves, la intensidad de los vientos y la gran cantidad de agua y granizo que se desató sobre el Gran Mendoza tomó por sorpresa a toda la población y provocó incontables incidentes. Las calles quedaron anegadas en breves minutos y algunas personas debieron ser asistidas porque el nivel de agua no permitía abandonar los vehículos.